Procesado por el delito de “homicidio agravado por placer”, Martín Ríos, conocido como
el
"tirador de Belgrano" aceptó ayer por primera vez responder
a una serie de entrevistas con peritos psiquiátricos, quienes aseguraron que lo vieron "lúcido" y
"colaborador".
Los especialistas precisaron que se le efectuaron dos test psicológicos: el de Rorschard, en
el que se muestran distintos dibujos y el paciente debe decir qué ve, y el de Weschler, que mide su
inteligencia.
Este
cambio en la personalidad del procesado, ratificaría la
sospecha del abogado de la querella, Julio Rozas, quien sostuvo que
"tanto en el momento de su detención, como durante el lapso en que
estuvo alojado en la cárcel de Marcos Paz, Ríos no demostraba signos de alteración en sus
facultades mentales”.
Para realizarse los test, el detenido tuvo que dejar la medicación antipsicótica que tenía
prescripta. De esta manera Ríos pudo
conversar sobre su infancia y adolescencia, la relación con
sus amigos, si tuvo novia y qué hacía en su casa, de la que aparentemente salía en pocas ocasiones.
La junta médica que entrevistó a Ríos se realizó después de que el “tirador de
Belgrano”, estuviera internado en el Hospital José Tiburcio Borda durante 26 días, donde se
realizaron observaciones y estudios psiquiátricos mientras estuvo alojadao en una habitación
aislada.
Pese a que el acusado mostró un cambio de actitud, aún no se ejecutaron los análisis que
determinarán si Ríos es inimputable o no.
Además del siniestro de Belgrano ocurrido el
1 de agosto pasado, donde murió Marcenac y seis personas
resultaron heridas, la magistrada que investiga el caso, María Dolores Fontbona de Pombo,
procesó a Ríos por disparar contra un tren de la línea Mitre cuando circulaba cerca de la estación
Belgrano R, el tiroteo de una confitería y de un colectivo de la línea 67.