SOCIEDAD
dylan reales, el loco del palo

Empezó a jugar al golf en la Villa 31 y se irá de gira a Estados Unidos

Tiene sólo diez años y ya ganó seis títulos en la categoría junior. A fin de este año tiene pensado competir en tornes de América y Europa.

Crack. Dylan vive en el barrio Güemes, dentro de la Villa 31, donde desde hace años jugaba al golf con un palo de escoba y limones. Cuando puede, su mamá Makarena lo acompaña a sus prácticas en los li
| AP

Los dos últimos años quedarán marcados a fuego en la vida de Dylan Reales. Con sólo 10 años, el pequeño gran jugador de golf argentino pasó de pegarle con un palo de escoba a limones, papas y batatas en los pasillos de la Villa 31, a caminar los principales campos de golf de la Ciudad y sus alrededores. Y en diciembre próximo, según contaron a PERFIL sus familiares, existe la posibilidad de que el niño realice una gira por Estados Unidos y Europa.

“La idea es que participe de algunos torneos en la categoría junior. Lo invitaría una empresa ligada al golf que lo conoció en el último torneo”, aseguró Julio, abuelo de Dylan. El “loco del palo”, tal como conocen a Dylan en la Villa de Retiro, también participará en el próximo Abierto de Golf de Uruguay.

La de Dylan es una realidad muy distinta de la que tiene la mayoría de los chicos de su edad que habitan los diferentes asentamientos de la Ciudad. Pese a los padecimientos que todavía sufre, al menos sus anhelos no están tan relegados como el del resto de sus vecinos. Allegados al jugador cuentan que por el sólo hecho de vivir allí, antes, no lo querían recibir en el Campo Municipal de Palermo y en el de San Isidro recibía miradas incómodas. Pero eso cambió una vez que lo conocieron y pudieron observar su desempeño como jugador en los links. “Ya nadie me mira mal ni me discrimina. Al principio lo sufrí, pero con trabajo y humildad cambié la situación”, afirmó la joven promesa del golf local.  

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Más allá de su insistencia, su familia resultó un pilar fundamental en esta apuesta por el deporte. Dylan jugaba al fútbol de lateral derecho en las divisiones infantiles de Platense hasta que un día se interesó por el golf. Desde entonces su abuelo lo acompaña permanentemente. Cuando Dylan regresa de la escuela Filii Dei, donde cursa quinto grado y ya sus amigos lo consideran “famoso”, Julio deja su puesto de fletero y lo acompaña todos los días hasta los links de Palermo. “Mi sueño es ser profesional y poder sacar a mi familia de aquí. Es la única forma que tengo de devolverles algo por todo el esfuerzo que están haciendo por mí”, aseguró el pequeño Dylan durante su charla con PERFIL.

Pero ésa no es su única meta. También anhela ganar el Abierto en Estados Unidos, tal como lo hizo su ídolo, Angel “El Pato” Cabrera en 2009.  “El miércoles pasado jugué con él en Olivos. Fue un orgullo para mí; me temblaban las piernas”, recordó emocionado el player, que ya ganó seis torneos junior y tiene una performance deportiva excepcional para un chico de su edad. Su handicap es de 25 golpes bajo el par.  

Al apoyo familiar y el interés que despertó en algunas empresas relacionadas al golf, Dylan también sumó un fuerte impulso de otro amante del deporte: Claudio “El Bichi” Borghi. “Me regaló un juego completo de palos y una bolsa porque vio que los míos no estaban en buenas condiciones”, contó Dylan a PERFIL antes de ingresar en el green de Palermo para otra jornada de práctica, como religiosamente hace todos los días.