SOCIEDAD

En los 90 robó un banco en Mendoza

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Omar “el Oso” Argumedo dejó de ser un desconocido para las crónicas policiales el 19 de noviembre de 1998. Ese día entró junto a un grupo de delincuentes al Banco Mendoza y se llevó casi cien mil pesos. Lo atraparon cuando intentaba huir junto a una mujer.
El reloj marcaba las 13.05 y el gerente de la sucursal de la localidad de Medrano del banco (al norte de la provincia) estaba sacando unas fotocopias cuando un hombre muy bien vestido le apuntó con un arma. Al instante otros dos cómplices aparecieron por detrás.
Los delincuentes recorrieron la línea de caja y fueron hasta el tesoro: juntaron 96 mil pesos. A los diez minutos abandonaron el banco y huyeron en un Fiat Uno que habían dejado estacionado en la puerta.
La banda de delincuentes no pudo disfrutar de su botín, porque al día siguiente cayeron todos. La policía los cercó y Argumedo fue apresado.
Por este hecho fue condenado a siete años de cárcel y compartió pabellón con sus compañeros de banda en la prisión de Boulogne-Sur-Mer. “Argumedo y los suyos imponían sus leyes en su ranchada: buena conducta, nada de drogas, nada de homosexuales, ni nada de líos. Ese tipo de bandido tiene buena conducta carcelaria porque lo que quieren hacer es irse rápidamente del penal. En una de las paredes de su celda había un papel con la frase: ‘Hay que ser duro para no sufrir’”, recuerda una crónica del diario Los Andes. Esa misma leyenda tiene hoy en su muro de Facebook el Oso.