SOCIEDAD
el intendente de moron, ex de vidal, fue al recital

“En Olavarría la cantidad de gente era inmanejable”, afirma Tagliaferro

Jefe comunal y ex marido de la gobernadora, habla por primera vez de lo ocurrido en el show del Indio Solari, al que asistió como fan. “A Galli los productores le mintieron”, asegura.

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Recital del Indio Solari | Municipalidad de Moron

Además de intendente de Morón, integrante del PRO y ex marido de la gobernadora María Eugenia Vidal, Ramiro Tagliaferro es ‘ricotero’. El titular de uno de los partidos más poblados del oeste bonaerense viajó el sábado pasado con un grupo de amigos al recital del Indio Solari en Olavarría “para cumplir con la asignatura pendiente” de ver a su ídolo en vivo. En diálogo con PERFIL, cuenta cómo vivió la previa y el show, y analiza las consecuencias de un evento que, asegura, era “imposible de controlar”, y carga las tintas contra la productora y desliga a su colega, Ezequiel Galli, quien ayer separó de su cargo a su jefe de gabinete: “Estoy seguro de que le mintieron con la cantidad de gente”, dice.

“Ni bien llegué, el sábado a las siete de la tarde, lo que me impactó es que había mucha, muchísima gente. Perdí la magnitud de cuánta podía ser realmente. Cuando en enero proyectamos Tsunami, (el documental sobre el Indio) en la plaza principal de Morón, sabíamos que venía un perfil de gente que podía ser complicada de atajar, y que podían ser entre 5 y 10 mil personas. Pero todo fue a una escala que manejaba”, dice. Y agrega: “Yo no lo hubiera hecho, de ninguna manera; pero porque no puedo hacerlo en una zona urbana, donde viven 400 mil personas. Acá, la cantidad de gente era inmanejable”.

Aunque asegura haber ido “sólo como fan”, su primera impresión fue otra: “Por deformación profesional, como intendente, pensé: ‘¿cómo me dejarían la ciudad? Me matan todos los comerciantes, me prenden fuego’... y cuando veía eso decía ‘Uy, cuando esta gente se vaya... ¿Cuántas cuadrillas son (para limpiar y acomodar), cuántas horas extras vas a pagar por esto?’, pero asumí que habían hecho un cálculo. Yo siempre tengo ese cálculo: cuánto sale, cuánto tiempo, cuánta gente, qué espacio público se usa”. Lo otro que Tagliaferro define como “sorpresa” fue la cantidad de gente consumiendo alcohol, aunque dice que no vio venta dentro del predio La Colmena. “Lo que sí ví –pero en eso por ahí soy medio pacato, medio antiguo, y me horrorizan esas cosas; aunque me dicen que es recontra común– es mucha gente circulando con las botellas cortadas, con mezclas, tomando como (si tomaran) Coca-Cola. Eso me sorprendió, pero –de vuelta–, era mi primer recital a ese nivel. Vi mucha gente así. Por el target de la gente no era loco pensar que al momento del recital iba a estar con un poco de alcohol encima”.

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Responsabilidades. Yo lo conozco a Ezequiel (Galli), no tengo una relación diaria como con otros intendentes, pero sé que es serio. Le creo cuando dice que le habían dicho un número y vendieron otro. Con el diario del lunes somos todos Gardel. Y yo qué sé si le hubiera creído a la productora, yo no hubiera podido hacerlo, pero en mi ciudad”, explica sobre el foco puesto en la responsabilidad de su copartidario que, enfatiza, debería estar puesto sólo en los titulares de En Vivo SA. “Estoy seguro de que a vos te venden un evento con 100 mil personas y no es lo mismo pensarlo con 300, 500 mil, como dicen algunos. Vos podés tener un margen, pero no para triplicar la cantidad de gente, eso te rompe cualquier evento. Cuando vio que llegaba la horda, ¿qué pasaba? Es muy difícil, no se puede calcular. Tal vez haya expertos que sepan, pero yo, que tengo ojo, no pude calcular”, justifica. “La que tiene que decir lo que pasó acá es la Justicia”, repite.

Lo mismo esgrime cuando se le consulta sobre la responsabilidad de la Provincia. “Es como cuando hay una fiesta privada en una quinta en Castelar, van treinta personas, se alcoholizan dos, pasa una desgracia: hay una mirada sobre el Estado que todo lo puede, que todo lo tiene que controlar y no, pará, ¿el Estado provincial qué va a hacer?, aporta lo que le piden los organizadores. Si le piden para 150 y son 500 mil, OK. Yo no le veo responsabilidad. Indudablemente los organizadores tienen esa responsabilidad. Y hay que ver qué implica ‘los organizadores’, ¿no? No me gusta ponerme a hablar del resto. Eso le corresponde a la Justicia. Yo tengo claras las decisiones que tomo en mi distrito, y no tengo jurisdicción sobre lo que hacen otros. Me ofrecieron un montón de recitales masivos, pero siempre me mantuve dentro de mis escalas”, dice.