SOCIEDAD
tenia 18 años

En una pelea con once rugbiers, matan a un joven a la salida de un boliche en Villa Gesell

Se trata de Fernando Báez Sosa, un estudiante de Derecho que había ido a pasar el fin de semana con amigos. Los acusados, que pertenecen al mismo club, quedaron detenidos.

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Involucrados. La pelea comenzó en el boliche Le Brique (arr. izq.). Fernando Báez Sosa murió en el Hospital Illia, a causa de los golpes que recibió (abj. izq.). La policía encontró zapatillas y ropa manchadas de sangre en la casa que alquilan los principales acusados (der.). | cedoc

“Estábamos sentados en un bar que queda pegado al lado del boliche –Le Brique–. Salen unos pibes peleando del boliche, dos grupos de amigos. A uno de ellos le pegan entre varios hasta que lo agarran a patadas en el piso. El pibe estaba desmayado, sin remera y a nada de ahogarse en la sangre. Cuando llegó la ambulancia, estaba sin pulso y hacía varios minutos que intentaban recobrarlo con reanimación cardiopulmonar (RCP)”. El relato es de Camila Heit, una joven que presenció cómo un grupo de al menos diez rugbiers que habría asesinado el viernes a la noche a Fernando Báez Sosa, quien tenía 18 años y había ido a Villa Gesell a vacacionar junto a sus ex compañeros del Colegio Marianista durante el fin de semana.

Por el hecho, la Policía Bonaerense allanó una vivienda ubicada sobre la Calle 203, en el bosque norte de Villa Gesell y a menos de dos cuadras de distancia de Le Brique, la discoteca donde comenzó el asesinato. Allí se detuvo a una decena de jóvenes de entre 18 y 20 años, todos jugadores de rugby en el Club Náutico Arsenal Zárate e indicados como los principales acusados de la golpiza que terminó con la muerte de Báez Sosa. En la vivienda, la policía encontró zapatillas y ropa con manchas de sangre; además, los detenidos fueron reconocidos gracias a las imágenes de video de la discoteca. Durante la tarde de ayer, los sospechosos fueron sometidos a rueda de reconocimiento. Además, en ese momento, la policía detuvo a un onceavo jóven que estaría implicado también en el crimen de Báez Sosa. Este nuevo implicado tiene 21 años y se logró establecer que era uno de los agresores por las filmaciones de vídeo. Fue detenido en Zárate, mientras intentaba darse a la fuga junto a su padre.

El club al que pertenecen los rugbiers, Náutico Arsenal Club, emitió ayer un comunicado en el que asegura: “Lamentamos lo acontecido y repudiamos enérgicamente cualquier hecho de violencia”. Luego, en el texto dice: “Lo que ha sucedido son hechos totalmente ajenos al club y a nuestro deporte, no es lo que pregonamos y fomentamos todos los días con nuestros jugadores”. Por último, la institución dice que se solidariza con la familia de la víctima, mientras que sostiene que, “de existir vínculo por parte de personas ligadas al club, serán suspendidas de la actividad hasta que se determine su grado de participación en el hecho”.

Por su parte, la causa, caratulada como “Homicidio en riña”, la investiga el fiscal Walter Mércuri, a cargo de la UFID 8 de Madariaga, quien dispuso la detención del grupo que atacó a Báez Sosa. Según los testimonios que consiguieron los investigadores, ambos grupos de amigos fueron expulsados de Le Brique, alrededor de las 4.30 de la madrugada, porque ya había comenzado la pelea. Minutos más tarde, volvieron a cruzarse en las inmediaciones del boliche y la trifurca volvió a comenzar en la vía pública. Aparentemente, entre cinco y seis jóvenes patearon a Báez Sosa, quien se encontraba tendido sobre el suelo con el torso desnudo y desvanecido, y un pie impactó en cabeza. Luego, los amigos de la víctima dispersaron a las personas que la estaban golpeando y después intentaron reanimarla. Minutos más tarde, una ambulancia trasladó el cuerpo del joven de 18 años hacia el Hospital Arturo Illia, donde ingresó con traumatismo de cráneo y pérdida de conocimiento, y finalmente murió.

El cuerpo de Báez Sosa permanece en la morgue judicial de Pinamar para que durante la semana se le practique la autopsia dispuesta por la Justicia, que determinará cuál fue la causa de muerte. Este joven estudiaba Derecho y vivía en un departamento de Caballito, donde sus padres son los encargados. Por su parte, la Municipalidad de Villa Gesell confirma que los diez acusados pertenecen a la localidad bonaerense de Zárate, mientras que la víctima vivía en el barrio porteño de Caballito. El grupo de amigos del joven y su novia estuvieron durante todo el sábado en el Hospital Illia esperando a la familia, que viajó a la ciudad balnearia no bien se enteró de la tragedia.

Por último, el boliche Le Brique anunció que daría una conferencia de prensa para detallar “los motivos por los que estos grupos de jóvenes dueron retirados del local y que algunos minutos después se trenzaron nuevamente en la vereda”. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, dicha conferencia no se había producido. En tanto, la discoteca no cerró ayer y durante la tarde del sábado promocionó la fiesta nocturna, donde cantaría el rapero Trueno.

Báez Sosa estudiaba derecho y estaba de novio con una chica que conoció en la facultad. La familia de ella se encontraba en Pinamar y fueron los primeros adultos que se acercaron para contener al grupo de amigos, quienes ayer recibieron contención psicológica.

 

A 14 años del caso Malvino, aún no hay fecha de juicio

Hoy se cumplen 14 años del crimen de Ariel Malvino, quien tenía 21 años cuando tres rugbiers de la provincia de Corrientes lo atacaron mientras estaba de vacaciones en las playas de Ferrugem, al sur de Brasil. Primero, le pegaron una trompada desde atrás que lo dejó inconsciente. Pero eso no fue suficiente. Uno de los agresores tomó una piedra de 17 kilos y se la arrojó contra el pecho. Los rugbiers se fueron corriendo y Malvino murió.

A casi una década y media del crimen, aún los rugbiers agresores, Eduardo Braun Billinghurst (35), Horacio Pozo (36) y Andrés Guillermo Yanzi (40), no fueron ni siquiera llevados a juicio, mientras vivan en territorio nacional. A estos acusados se los conoció como “los hijos del poder”, porque sus padres tenían cargos políticos o estrecha relación con los funcionarios correntinos.

En tanto, la familia de Malvino confía en que finalmente este año se fije la fecha del juicio oral de los tres acusados, quienes tienen emprendimientos económicos y viven con sus respectivas familias.

Hace tres años, la jueza Elaine de Souza Freitas elevó la causa a juicio. Pero hasta el momento no se ha fijado la fecha.