El barrio vive una
explosión de oferta sexual callejera. Existe una red de la que participan hoteles
familiares, albergues transitorios, proxenetas, prostitutas y travestis que trabajan a toda hora,
sin respetar el Código Contravencional porteño, que prohíbe el ejercicio de la
prostitución en la vía pública a menos de 200 metros de viviendas, escuelas, templos y comercios.
El Ejecutivo porteño presentó un informe a partir de un pedido del diputado Daniel Amoroso en el
que confirma que
muchos hoteles denunciados no tienen habilitación.
Para leer la nota completa, ingresar a la
edición
impresa.
