Mientras la Iglesia católica se ve sumida en una crisis causada por decenas de denuncias contra el clero por abusos sexuales, el papa Francisco cerró las puertas al celibato "por elección" para los sacerdotes, en una entrevista con la prensa en el avión de regreso desde Panamá hacia Roma tras la Jornada Mundial de la Juventud. "Yo no lo haré". "¿Soy cerrado? Tal vez. No me veo poniéndome frente a Dios con esta decisión".
“Me viene a la mente una frase de San Pablo VI. ‘Prefiero dar la vida antes que cambiar la ley del celibato’", dijo el pontífice argentino. "Es una frase valiente, en un momento más difícil que este. Personalmente, creo que el celibato es un don a la iglesia. Además, yo no estoy de acuerdo en que se permita el celibato opcional, no. […] Es algo personal, no lo haré. Pero no me siento capaz de ponerme delante de Dios con esta decisión”.
Francisco, sin embargo, habló de "algunas posibilidades" donde "existe un problema pastoral por la falta de sacerdotes" y dio como ejemplo las islas del Pacífico. Pero no con una ordenación sacerdotal plena: "los teólogos deben estudiar" la cuestión, la de los llamados "viri probati", ancianos casados considerados en condiciones de suministrar algunos sacramento en ausencia de los sacerdotes.
Sobre la cumbre convocada en el Vaticano para afrontar la plaga de la pedofilia, explicó que los objetivos son "hacer tomar conciencia del drama" e indicar protocolos, prácticas. Pero será también una ocasión para "pedir perdón por toda la Iglesia". El pontífice habló también de expectativas excesivas, "infladas", respecto de la cita de fin de febrero con los presidentes de todas las conferencias episcopales del mundo, porque "el problema de los abusos seguirá".
"Se rezará, se escucharán testimonios, habrá liturgias de penitencia y pedir perdón para toda la Iglesia", dijo. "Me permito decir que he percibido un poco una expectativa inflada. Hace falta desinflar las expectativas a estos puntos de los que yo hablo. Porque el problema de los abusos continuará: es un problema humano que se da en todos lados”, señaló en referencia a la culpa compartida a la que suele aludir la Iglesia en esta cuestión.
"Vimos que algunos obispos no sabían qué hacer, no entendían… Hacían una cosa buena y otra mala. Entonces sentimos la necesidad de dar una catequesis sobre este problema a las conferencias episcopales. Primero deben ser conscientes de esto”, dijo sobre las denuncias.
Educación sexual y aborto. En la misma conferencia de prensa, Francisco avaló la educación sexual en las escuelas, porque "el sexo es un don de Dios, no un monstruo", pero subrayó que la educación sobre el sexo debe ser libre de "colonizaciones ideológicas", y comentó: "Vi algún libro sucio". "Lo ideal" es que la educación sexual comience en la familia, pero esto "no siempre es posible porque hay situaciones muy variadas en las familias. Y por lo tanto la escuela suple esto, porque en caso contrario quedará un vacío que luego será llenado por cualquier ideología".
Finalmente, abordó el tema del aborto, cuyo debate llegó el año pasado al Congreso Nacional y contó con la férrea oposición del catolicismo: Dios "perdona siempre" pero las mujeres que tomaron esta decisión no solo necesitan misericordia sino también reconciliarse con ese niño que no quisieron, dijo el Papa: "El mensaje de la misericordia es para todos, también para la persona humana en gestación. Después de haber cometido este error, hay misericordia también. Una misericordia difícil, porque el problema no está en dar el perdón, el problema está en acompañar a una mujer que ha tomado conciencia de haber abortado".
"Son dramas terribles. Hace falta estar en el confesionario, y ahí dar consolación, no atacar, por eso abrir la potestad de absolver el aborto por misericordia", dijo Francisco.“Cuando lloran y tienen esta angustia, yo les digo que su hijo está en el cielo, que hablen con él, que le canten la nana que no pudieron cantarle. Y ahí se da una reconciliación de la madre con el hijo, porque Dios ya ha perdonado. Para entender bien el drama de un aborto hace falta estar en un confesionario”.
En la misma charla con la prensa, a bordo del avión que lo llevó de regreso de Panamá al Vaticano, Francisco pidió "una solución justa y pacífica" para superar la crisis de Venezuela.
