SOCIEDAD
Usan todo junto y al mismo tiempo

Generación M: cómo piensan y sienten los "multitaskers"

Crecieron inmersos en las nuevas tecnologías y sólo conciben la diversión a través de ellas. Qué se esconde detrás de esta actitud.

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| CEDOC
Consumen en simultáneo, privilegian la velocidad, tienen otras nociones acerca del tiempo y el espacio, y su pensamiento pasó de ser en secuencia para convertirse en red. No son computadoras, ni máquinas de ningún tipo. Son nada más y nada menos que la nueva generación de niños de 5 a 15 años, que crecieron inmersos en las nuevas tecnologías y que no conciben su forma de divertirse si no es con internet, celular, televisión y videojuegos, todo junto y al mismo tiempo.
 
Se trata de la denominada generación Multitasking (en inglés, multitarea), que cuentan con nuevos modos de comunicarse y relacionarse, por medio del chat, de los mensajes de texto o del fotolog.
 
Según un estudio de Cartoon Network y Boomerang, siete de cada 10 chicos tiene un televisor en su cuarto, lo que genera, además, un consumo individual. La misma cantidad, en tanto, tiene su propio celular, que utilizan principalmente para mandar mensajes de texto (79% de las mujeres y 69% los varones). Luego, aparecen los usos del celular como elemento de juego (57% y 42%) y para escuchar música (40% tanto en mujeres como varones).
 
El 47% de los chicos, además, contestó que tiene blog, fotolog o videolog, al tiempo que el 38% dijo que usa Facebook, My Space o MSN Spaces. Cinco de cada 10 aseguró tener más de 30 contactos en su comunidad.
 
El 78% de los casi 3000 chicos encuestados se consideran “excelentes” usando el celular, mientras que el 80% asegura lo mismo respecto de la computadora y el 81% con internet. Para la consola de videojuegos, un 67% confiesa no necesitar ayuda y ser excelente. El 53%, por caso, considera que no podría vivir sin un televisor, mientras que el 48% dijo lo mismo respecto de la computadora y el 37% de internet. El 42% de los niños consideró además que son los que más saben de tecnología, seguidos por los papás o hermanos y, por último, por las mamás.
 
“Resulta frecuente observar a los niños pendientes de los mensajes que reciben en su msn, hablando por celular, escuchando música que bajan de algún programa de computadora y dando cada tanto una mirada la televisor encendido. Parece que se hace imperioso realizar varias tareas al mismo tiempo y buscar la entrada constante de información, que proporciona un estado alternativo de excitación y aquietamiento”, destaca la psicoanalista Diana Sahovaler de Litvinof, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).
 
Si bien Litvinof reconoce que “la tecnología ha aportado una magnifica forma de entretenimiento, mediante la cual es posible desarrollar la imaginación y la coordinación sensorio-motriz a través de los distintos juegos”, el problema “surge cuando el recurrir a tantos estímulos se convierte en una forma de tapar situaciones que se dan en la vida real”.
 
Según la especialista, “un niño puede tener problemas escolares o sociales y, en lugar de encararlos, se sumerge en las pantallas donde se siente más capaz y más fuerte para resolver conflictos. Y si no se le permite recurrir a estos medios, aparece la angustia. La saturación de estímulos parece contener la expectativa de evitar cierta insatisfacción, desorientación o vacío, o de negar que existen momentos en los que simplemente ‘no hay nada que hacer’”.
 
Para Litvinof, “los medios tecnológicos no deberían convertirse en un fin en sí mismos”, porque cuando ello sucede, ese “vivir conectados se transforma en adicción”. Es, por caso, cuando esos medios “reemplazan la vida afectiva y la ligazón personal, y cuando el deseo y la curiosidad se transforman en necesidad de estimulación”, señala la especialista.

(*) redactora de Perfil.com