SOCIEDAD
Rouge

Historias de peluquería

Un relato humano y cotidiano. Algo que le puede pasar a cualquiera, un día cualquiera.

Una escena de la película libanesa Caramel, que transcurre en una peluquería de barrio.
| Cedoc

Un buen sábado hace unos meses tenía que acudir a una reunión con gente de la industria de la moda muy top, en un edificio muy chic del Centro. Hacía relativamente poco que, además, me había mudado a Villa Crespo. Tenía el tema vestuario resuelto, pero faltaba la visita a la peluquería y no contaba con mucho tiempo.

En Recoleta tenés aproximadamente una o dos peluquería por cuadra, pero en este nuevo barrio, descubrí que la cosa no es tan sencilla sobre todo si recién estas conociendo la zona. Es así que terminé optando por una peluquería llamada “Silvia”. Ni de cadena con nombre de estilista famoso, ni mucho menos la palabra estilista figuraba en ninguna marquesina. Silvia era la única opción abierta y con disponibilidad para atenderme.