Nuevamente se repitieron las demoras y problemas. En
la Línea C, a las 19,10 se interrumpió el servicio y casi arde Troya. Un millon de
personas sufre para viajar y el gobierno
parece no enterarse.
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Cedoc
El conflicto en el subterráneo porteño entre los delegados de los trabajadores y la concesionaria Metrovías se agudizó hoy, con nuevas demoras y trastornos, situación que lentamente se acerca a un desenlace tan seguro como violento. Hoy ya hubo un "adelanto" del volcán que se está gestando bajo tierra: pasajeros de una formación detenida de la Línea "C", cuando se enteraron del "servicio momentáneamente interrumpido", la emprendieron primero con los vidrios y luego apuntaron a los empleados (conductor y guarda), que si no es por una aparición providencial de varios policías, hubieran terminado en el hospital.
El epicentro de las protestas volvió a estar en las líneas B y C, que registraron retrasos durante el horario pico, al punto que uno de los ramales debió salir de servicio (la línea C), en medio de protestas acaloradas de los usuarios, desmayos y rotura de vidrios en varias estaciones. Justo a la hora pico, de retorno a casa: 19.10 horas.
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Mientras la gente no aguanta más, la empresa y los delegados siguieron lanzando denuncias cruzadas, varias de ellas acerca de un enfrentamiento físico entre al menos una empleada y un sindicalista, en la salida de uno de los talleres de reparación de las formaciones.
Metrovías aseguró que el delegado Claudio Dellecarbonara golpeó en el rostro a "una colaboradora" y le provocó lesiones leves en un ojo, mientras el otro sector aseguró que fue el sindicalista mencionado quien recibió el supuesto ataque de parte de esa empleada y otro compañero, en la salida del taller Rancagua.
Por otra parte, la concesionaria aseguró que registró " daños en al menos dos formaciones que fueron rotas adentro del taller de Constitución" y acusó formalmente de esas roturas "a los delegados". De todos modos, más allá de los cuestionamientos cruzados entre los delegados y la empresa, la mayor parte de los cerca de un millón de pasajeros que viajan diariamente por ese servicio tuvieron demoras durante los horarios picos.
La situación de mayor tensión se produjo en la línea C, a las 19, cuando todo el ramal quedó interrumpido por los mismos motivos que hace un mes los delegados plantean: "falta de mantenimiento y de condiciones de seguridad para el público".
" Hubo pasajeros que se desmayan, daños en las estaciones y en los vagones, roturas intencionales de las formaciones. Todo esto que ocurre es consecuencia del accionar de un grupo de delegados que sólo buscan imposibilitar la salida de los trenes y afectar los servicios", manifestó a DyN la vocera de Metrovías, Lucila Maldonado.
El conflicto, que hoy se agudizó al punto de que una de las líneas estuvo por más de una hora detenida, cumple hoy exactamente un mes, cuando los delegados de los trabajadores comenzaron a sacar formaciones, bajo el argumentos de deficiencias y falta de mantenimiento en las maquinarias.
