SOCIEDAD
en todo el reino

Inédito avance de las mujeres en el poder británico

Quien suceda a David Cameron será una mujer, por primera vez desde Margaret Thatcher. Otra dirigente, lesbiana declarada, podría liderar la oposición laborista. Especialistas hablan del avance de una “feminocracia” en el país.

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Si Angela Eagle, una diputada de 55 años, lesbiana declarada y que ya ha sido ministra de los gobiernos de Tony Blair y Gordon Brown logra su cometido de desalojar a Jeremy Corbyn del liderazgo laborista como anunció ayer, la política británica entrará en una etapa absolutamente inédita: los dos partidos tradicionales serán encabezados por mujeres.
Ya se sabía que la sucesora del jefe del partido conservador y primer ministro David Cameron, que renunció tras la victoria del Brexit, será una mujer, la segunda en el cargo desde Margaret Thatcher, quien gobernó entre 1979 y 1990 y marcó a fuego a la sociedad británica.
Los militantes elegirán entre la ministra del Interior, Theresa May, y la viceministra de Energía, Andrea Leadsom, quienes quedaron como finalistas frente a tres candidatos.
La rivalidad entre ambas se ha avinagrado después de que Andrea Leadsom sugiriera, según un artículo del Times, que Theresa May es menos apta para suceder a Cameron que ella porque no ha sido madre.
“Absolutamente horrible y exactamente lo contrario de lo que he dicho. Estoy asqueada”, replicó Leadsom en Twitter al desmentir la versión del tradicional periódico.

Techo de cristal. Lo cierto es que una ola de mujeres se abre paso al frente del Reino Unido. Ya dirigen los gobiernos regionales de Escocia y de Irlanda del Norte, y pronto habrá una al mando del de Londres.
“¿Es una coincidencia afortunada o se ha roto, por fin, el techo de cristal?”, se preguntó The Guardian.
En Escocia, Nicola Sturgeon (del Partido Nacional Escocés) dirige el gobierno regional desde noviembre de 2014, mientras que Ruth Davidson lleva las riendas del Partido Conservador regional y Kezia Dugdale, las del Partido Laborista.
En Irlanda del Norte también hay una mujer, Arlene Foster, al mando del gobierno regional desde el comienzo del año, y en Gales, Leanne Wood preside desde 2012 el Plaid Cymru, una de las principales formaciones políticas de la región.
“Todo esto demuestra que las barreras que podían existir para el ascenso a los más altos cargos han desaparecido completamente”, declaró Iain Begg, investigador de ciencia política en la London School of Economics (LSE).
Según él, Margaret Thatcher “rompió moldes e hizo posible que otras mujeres se convirtieran en líderes” cuando se puso a la cabeza del Partido Conservador en 1975, casi sesenta años después de la entrada de la primera mujer en la Cámara de los Comunes, Nancy Astor, en 1919.
Hoy, los conservadores tienen 68 diputadas sobre un total de 330, y los laboristas, 99 sobre 230.
El avance femenino en el parlamento británico cobró velocidad bajo presión del grupo Women2Win, fundado en 2005 por Anne Jenkin, de la Cámara de los Lores, y Theresa May con el objetivo de conseguir más escaños para las mujeres. Andrea Leadsom fue una de las beneficiadas.

Poco a poco. La evolución es lenta, admite Iain Begg, pero la sociedad “quiere que el hecho de ser homosexual o mujer deje de ser un obstáculo”.
Angela Eagle y Ruth Davidson se declaran abiertamente homosexuales.
Rosamund Urwin, periodista del Evening Standard, lo define como la emergencia de una “feminocracia”. “Merkel, May, Clinton e Eagle parecen salir del mismo molde. Tienen autoridad, son duras y tienen currículums bastante más impresionantes que los de sus adversarios”.