SOCIEDAD

Juez cierra acción de amparo que salvó a una mujer con cáncer

En 2010, se obligó a IOMA y al Ministerio de Salud a pagar el tratamiento. Qué pasó ahora.

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El juez en lo Civil y Comercial Guillermo Wathelet declaró "abstracto" un recurso de amparo presentado por una mujer que en 2010 obtuvo una medida provisoria que obligó al IOMA y al Ministerio de Salud a pagarle un costoso tratamiento oncológico, gracias al cual y pese a haber sido declarada desahuciada, salvó su vida.

El juez Wathelet dispuso el 15 de diciembre pasado declarar "abstracto" el trámite judicial iniciado por Silvia Esther Galindo "por haberse cumplido con la prestación requerida en el escrito inicial", es decir el tratamiento que permitió la sobrevida de la paciente.

El fallo considera "inevitable imponer las costas del proceso a las codemandadas IOMA y Estado Nacional porque la accionante se vio obligada a promover este amparo para ver cumplido el objetivo de su pretensión, ante la inoperancia de sus reclamos extrajudiciales".

El fallo pone fin a una historia que se inició en setiembre del año pasado, cuando el mismo juez le ordenó a la obra social IOMA que pagara el tratamiento oncológico para la afiliada, y puso al Ministerio de Salud de la Nación como garante del cumplimiento de esa orden porque "se trata de preservar la vida" de la paciente.

Galindo es una jubilada docente a quien los médicos del Hospital Italiano, único centro de salud en el que se realiza el tratamiento, le prescribieron la práctica como única forma de mejorar su cuadro, un enorme tumor en uno de sus senos, con pronóstico de corta sobrevida.

Con el patrocinio del abogado Daniel Judkevitch, la paciente recurrió a la Justicia y obtuvo la medida cautelar pues "resulta claramente mucho menos gravoso para la demandada (IOMA) arbitrar los medios para que la actora pueda disponer de lo que necesita". El juicio siguió y ahora recayó sentencia definitiva sobre el fondo de la cuestión, eximiendo a la mujer de devolver el dinero a la obra social a la que estaba afiliada, para reintegrar los gastos del tratamiento específico, "quimioembolizaciòn locorregional con microesferas", que le salvó la vida. El tratamiento dio resultados, redujo el tumor y permitió la extirpación quirúrgica y la plena recuperación de la paciente.

Galindo, quien vive hoy en Córdoba, envió una carta a la Justicia previa a la resolución del fondo de su acción de amparo. "Los sabios de la antigüedad decían que quien salva una vida es como si hubiera salvado a todo el mundo. Entonces el Honorable Señor Juez Marcelo Wathelet salvó un mundo, porque salvó mi vida al haber dictado, con gran misericordia y sapiencia, la medida cautelar que permitió realizarme el tratamiento médico que precisaba", recalcó la mujer en el escrito.

En los hechos, el fallo reconoce tácitamente la responsabilidad primaria del Estado en cuanto a la preservación de la salud y la cura de los pacientes.