SOCIEDAD
Femicidio en san martin

La Bonaerense, otra vez en la mira por el asesinato de Araceli

Dos policías a cargo de los rastrillajes siguieron en el caso pese a que habían sido desafectados. Otro habría ayudado a sus hermanos, detenidos por el homicidio.

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Hallazgo. El cuerpo de Araceli apareció en una casa de la calle Alfonsina Storni, en la localidad de Loma Hermosa. La enterraron debajo de una improvisada carpeta de cal y basura. | Telam

El hallazgo del cuerpo de Araceli Fulles, la joven de 22 años que estaba desaparecida desde el 2 de abril pasado en San Martín, destapó una olla que vuelve a poner en el ojo de la tormenta a la Policía de Buenos Aires. A la Bonaerense. Tres miembros de la fuerza, dos de ellos a cargo de los rastrillajes, fueron desafectados preventivamente.

La sospecha que planteaba irregularidades en la búsqueda de la joven que había desaparecido en Villa Ballester surgió hace una semana, a partir de un dato que llegó a la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad, a cargo de Guillermo Berra. “Ojo que la Comisaría 5ª podría estar entorpeciendo algo de la investigación”, fue el mensaje que recibieron.

La seccional de Billinghurst, en el partido bonaerense de San Martín, era la que estaba a cargo de los rastrillajes. La base de operaciones. La auditoría no detectó irregularidades respecto de la investigación del caso Araceli. “En los libros y las actas de todo lo que tiene que ver con esta pesquisa no encontramos ninguna anomalía”, indicó una fuente consultada por PERFIL. Sin embargo, hallaron severas irregularidades en la custodia de droga secuestrada, y problemas en los libros de cargos y descargos.

Según las fuentes consultadas por este diario, encontraron al menos dos bolsitas con cocaína que estaban detrás de una cómoda. La droga había sido secuestrada en un operativo realizado en 2013. Por este motivo es que el auditor de Asuntos Internos resolvió separar de sus cargos al titular de la seccional, el subcomisario Hernán Humbert, y al jefe de Judiciales, el oficial principal José Gabriel Herlein.

Llamativamente, la sanción a los policías no se efectivizó de manera automática porque el oficio no salió de la Jefatura Departamental de San Martín. Tanto Humbert como Herlein siguieron dirigiendo las acciones de los rastrillajes, pese a que tendrían que haber estado fuera de servicio.

Esta irregularidad recién fue detectada este viernes, cuando detuvieron a Emanuel y a Jonathan Avalos, hermanos del subinspector Elián Ismael, que hasta ese día prestaba servicio en el Comando de Patrullas del partido de Tres de Febrero.

Avalos fue separado de su cargo ante la sospecha de que pudo haber aportado información a sus hermanos. Cuando se cursó la novedad a la misma jefatura policial, el comisario inspector Héctor Fritz informó que los otros dos policías todavía seguían en sus funciones, pero responsabilizó a su secretario.

“Por el momento no tenemos indicios de que haya habido un entorpecimiento en la investigación, pero hay que determinar si existe un hilo conductor”, señaló un informante consultado por este diario. Las fuentes no descartan que otros policías puedan ser separados de sus cargos por no haber comunicado, en tiempo y forma, la desafectación de los efectivos de la comisaría de Billinghurst.

Según los voceros, el subcomisario Humbert no habría participado del primer allanamiento que se llevó a cabo, el 17 de abril pasado, en la casa de la madre del principal sospechoso, Darío Gastón Badaracco (29). Allí fueron hallados este jueves los restos de Araceli. En un baño también encontraron un pedido de auxilio escrito en un papel higiénico y con la firma “Ara”.

La nota estaba en la obra en construcción del fondo de la casa de la calle Alfonsina Storni 4477. Ni el cuerpo ni la nota fueron detectados en el primer operativo, cuando la pista de trabajo principal apuntaba a ese nombre. A la luz de los últimos resultados, la hipótesis de una cobertura policial comenzó a cobrar fuerza.