SOCIEDAD
a tres meses de dar a luz

La emotiva carta que escribió Julieta Díaz sobre la maternidad

Incondicional. Julieta con su marido Brent, su gran apoyo.
| Cedoc Perfil
En 2011, tras cinco años de noviazgo, decidieron casarse. Y como era predecible todos le preguntaban el tan cuestionado “¿para cuándo?”. Su marido no se imaginaba la vida sin hijos, y el tiempo tirano comenzaba a correrla a ella desde lo psicológico. Sin embargo, el miedo a la maternidad la frenaba. Pero, finalmente, el 13 de diciembre pasado Julieta Díaz se convirtió en madre de Elena Antonia. Pero no se trató de un camino fácil de transitar. Y así lo expresó en una carta que publicó en Facebook.
“Para mí fue un camino de años. De desenredar mi miedo. De tirarme a la pileta todavía enganchada a él y poder flotar, nadar... La pileta se convierte en mar y logro volver a la orilla sana y salva. Y con la alegría de la familia propia”, dijo aliviada en la carta ella que dice tener todos los traumas de hija de padres separados. En la misma explica: “Sentía que no iba a ser nunca madre, que iba a estancarme, que iba a ser hija e inmadura toda la vida, egoísta, que me iba a arrepentir y eso iba a hacerme sentir opaca y aburrida y que mi matrimonio iba a terminar”. Horas de análisis y sentimientos de envidia hacia otras mujeres que se convertían en madres la hizo avanzar y tomó la decisión de tratar el miedo. Para eso, además de ir a terapia, se escribió la frase: “El miedo se mata con  acción” bien grande y la puso en un lugar visible. “¿Vas a ser ‘hija’ toda tu vida?. ‘Si no querés tener hijos, te banco a morir, pero si no los tenés por miedo, te mato’. ‘Dejate de cuidar y basta. Dejate de joder. Tirate a la pileta. La vida es eso’,” le decían sus amigas. Pero lo que realmente la convenció fue su marido, Brent: “Fue lo revelador, él y nuestro amor y unión. El deseo no sólo de tener un hijo yo mujer/madre y mi hijo, sino el deseo de formar una familia con él, con el amor de mi vida. Con alguien que sí lo vivió y que puede compartir conmigo esa experiencia, sumarla a nuestra familia”.
Elena Antonia nació en diciembre. Pero después de un parto normal, no pudo respirar por sus propios medios, por lo que tuvo que ser asistida e ingresada en neonatología donde permaneció durante 20 días. Y Julieta y Brent pasaron jornadas de 12 horas sentados a la espera del alta. Hoy la vida le sonríe y pese a que tiene ofertas de trabajo para volver a la tele ella elige quedarse en casa y dormir la siesta junto a sus amores.