En una muestra de unidad inédita, todos los bloques opositores pidieron ayer en la Legislatura la renuncia del ministro de Seguridad y Justicia, Guillermo Montenegro, que estaba siendo interpelado por el accionar de la Policía Metropolitana durante la represión dentro del Hospital Borda que dejó más de treinta heridos.
La sesión, que había sido convocada el viernes a última hora, comenzó pasadas las 11 y se extendió durante todo el día. Antes del inicio, los presidentes de todos los bloques se reunieron para acordar llevar una posición común al recinto.
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El primero en hablar fue Montenegro, que defendió la actuación de la fuerza porteña (ver aparte). Luego se refirió a la que ya preveía, sería la exigencia de los diputados: “Agradezco que lo hayan pedido en forma unánime, es una de las primeras veces que se ponen de acuerdo, pero no es mi idea renunciar. Mi designación fue hecha por el jefe de Gobierno y ni él me ha pedido la renuncia, ni yo considero que sea necesario”. El bloque del PRO estalló en aplausos apenas terminó su presentación.
Inmediatamente comenzaron los discursos y las preguntas de los jefes de bloque de la oposición. El primero en pedir la renuncia del ministro fue Juan Cabandié (Frente para la Victoria), mientras mostraba fotos tomadas en el operativo policial. Rocío Sánchez Andía, de la Coalición Cívica, relató con la voz quebrada su propia experiencia en los hechos del viernes: “Un policía me gritó: ‘vos correte pendeja, porque te voy a tirar’, y me tiró”.
Su compañero de bancada Maximiliano Ferraro comparó a la Metropolitana con “las peores prácticas de la Federal y de la Maldita Bonaerense”. “Si usted tiene algo de decoro, tiene que renunciar junto con los comisarios (Horacio) Giménez y (Ricardo ) Pedace”, le exigió a Montenegro. Y adelantó algo que ya se hablaba en los pasillos de la Legislatura: “Si no lo hace, corresponde iniciarle el juicio político para determinar responsabilidades”.
Pacto PRO-K. El legislador oficialista Martín Ocampo denunció que el reclamo obedecía a un “pacto motorizado por el kirchnerismo”. “No hay un debate lógico sobre lo que pasó ayer, pidieron la renuncia sin escuchar antes al ministro. ¿Por qué no le pidieron la renuncia a (Julio) De Vido por los 52 muertos en la tragedia de Once?”, le preguntó a la oposición.
Sin embargo, los bloques no kirchneristas apuntaron tanto al macrismo como al Frente para la Victoria. La razón es que la construcción del nuevo Centro Cívico, que afecta a los terrenos del taller del Borda que fue demolido el viernes, fue autorizada por una ley votada con apoyo de los dos bloques y resistida por el resto de la oposición.
La norma, que incluye la venta del Edificio del Plata para recaudar los fondos necesarios, había sido acordada dentro de un paquete de medidas que la oposición denominó “el pacto PRO-K”. En esa misma sesión, en noviembre del año pasado, se había autorizado la rezonificación de tres terrenos ferroviarios nacionales para poder construir, y vender, edificios.
“Cuando el bloque K votó la venta del Edificio del Plata todo el mundo sabía que iba a representar un avance sobre el Borda, que se hagan cargo de lo que votan”, exclamó el diputado Alejandro Bodart (MST).
María Rachid (FpV) respondió que la ley no indicaba que los terrenos a utilizar fueran los de los talleres del Borda: “Es lo que había intentado el PRO, pero no es lo que votamos”, se defendió.
La defensa. Junto con Ocampo, también participó en la defensa de Montenegro el diputado Alejandro García, que exigió “coherencia”. “Que algún opositor se haga cargo de lo que se trata acá en la Legislatura y me diga cuáles son las leyes que se van a respetar y cuáles no, hay que respetar todas las leyes, no sólo las que les sirven”, sostuvo, en relación con la ley que habilita la construcción del Centro Cívico.
Luego, cuestionó al ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, que también había pedido la dimisión de Montenegro: “Tenemos que agradecer al ministro por dar sus explicaciones en la Legislatura. Porque algunos presentes acá, en 2004, el día después de Cromañón, no estaban en este lugar, pero se reunía con los dueños de los boliches”.
Cristina se quejó de la represión por Twitter
“Vi también la increíble represión en el Borda. Por qué increíble? Solo alguien que no está bien puede reprimir en un neuropsiquiátrico”, dijo ayer la presidenta de la Nación.
A través de la red social Twitter, Cristina Kirchner se despachó entre otras cosas sobre lo sucedido en el Hospital Borda. Y lo hizo en varios envíos sucesivos, tal como acostumbra. También escribió: “Médicos, pacientes, periodistas, no se salvó nadie. Creo que afuera de los neuropsiquiátricos hay algunos que tendrían que estar adentro.”
Asimismo recordó que el segundo jefe de la Policía Metropolitana, Ricardo Raúl Pedace, trabajó como encargado de la seguridad del ex presidente Kirchner, cuando pertenecía a la Federal, y que renunció luego de quejarse de la falta de respeto de Kirchner por los protocolos de seguridad.
