Domingo Faustino Sarmiento sostuvo en su obra cumbre, Facundo, que la Patagonia tiene un “horizonte siempre inmenso”. Quizás esa sensación de vacío infinito sea una de las principales causas por la que los habitantes de las provincias del sur tengan el triste mérito de contar con las tasas más altas de suicidios.
Santa Cruz, Chubut y Neuquén lideran los índices en la tasa de suicidios del país, mientras que otras regiones –como Santiago del Estero, Misiones y La Rioja– muestran registros más bajos. El relevamiento fue realizado por la Asociación Argentina de Prevención del Suicidio (AAPS), sobre la base de estadísticas del Ministerio de Salud en 2004.
Entre las principales causas del fenómeno en las provincias del sur argentino figuran la soledad, el desarraigo y la melancolía. De hecho, el médico psiquiatra José Lumerman, quien se desempeña como director del Instituto Austral de Salud Mental, ejemplifica con un dato concreto de la nostalgia sureña: “Cerca del aeropuerto de la ciudad de Neuquén hay un barrio que se llama Lejos de Buenos Aires”.
El especialista sugiere que en la Patagonia “la realidad no es como la del folleto”. Además, Lumerman afirma que “el sentimiento de desarraigo en las parejas de jóvenes migrantes que arribaron a Neuquén y ahora ven partir a sus hijos a estudiar a otras provincias, la desilusión y la lejanía de los afectos familiares se suman al viento y al frío patagónicos, donde no hay suficiente contención”.
La cifra, además, se conoce en el momento que arranca el Segundo Congreso Internacional de Suicidiología en la provincia de Corrientes y que reúne a especialistas y profesionales cubanos, mexicanos, colombianos, paraguayos, uruguayos, chilenos y suecos.
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