“No queremos que pase lo mismo que en Gualeguaychú”, reclaman los
vecinos de las localidades patagónicas de Lago Puelo y El Bolsón ante el avance del
proyecto de la empresa española Endesa para construir una represa hidroeléctrica sobre el
río Puelo, del lado chileno, pero a sólo 9 kilómetros de la frontera con la Argentina y en
una cuenca compartida por ambos países.
Mientras
continúa el conflicto con Uruguay por la pastera Botnia,
otro foco de disputa ambiental y diplomática con un país vecino amenaza con
instalarse, ya que existen documentos bilaterales que obligan a los dos países a coordinar
la explotación de los recursos hídricos compartidos para “
no causar perjuicios a la cuenca común o al medio ambiente”.
Aunque este no es el único emprendimiento hidroeléctrico que tiene previsto el país
trasandino con Endesa en cuencas interjurisdiccionales, sino que se suma al ya conocido proyecto
Aysen que planea comenzar a construir en 2009 cuatro represas sobre los ríos Baker
y Pascua (Buenos Aires y San Martín, del lado argentino), sí se trata del más polémico.
En primer lugar, porque el 65,9% (580.000 hectáreas) de la cuenca binacional del río Puelo es
de jurisdicción argentina y, además, porque la zona
acaba de ser declarada por la Unesco Reserva Mundial de Biósfera.
Un reciente estudio de la ONG chilena Geoaustral, con sede en Puerto Montt, advierte que
“
los efectos de una represa en el lugar serían nefastos para la cuenca del río Puelo y la
población local”. Entre los impactos probables se mencionan
inundaciones,
inestabilidad geológica y cambios en el microclima y el régimen de lluvias, que
afectarían tanto la fauna y flora como el turismo de la zona.
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