SOCIEDAD
FALTAZO LABORAL, UN ARTE

Las excusas más insólitas para no ir a trabajar

"Me siento mal". "Me robaron". "Tengo un familiar enfermo". "No sabes lo que que me pasó anoche...". Y un sinfín de razones para ausentarse de las horas laborales.

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| CEDOC

Faltar al trabajo por una razón justificada, como una mala noticia o una enfermedad es algo común que ninguna persona disfruta. Pero también existen faltazos de otro tipo, los inventados, que son un arte que existe desde que el hombre trabaja en relación de dependencia de otro a cambio de un sueldo.

El portal BBC Mundo publicó un repertorio de las excusas más insólita aún utilizadas para escaparle a la obligación de trabajar.

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Argumentar que un pariente está enfermo ya no funciona. Es usada con tanta frecuencia que nadie entiende cómo sobrevive ese pobre ser humano después de tantos problemas de salud.

Una variante de esta “mentira blanca” es matar al familiar, algo también muy usado, lo que abre interrogantes de hasta donde puede llegar las ganas de una persona de faltar.

Decir que el perro tuvo crías ¡por enésima vez! o que hubo un nuevo principio de incendio en el edificio (la quinta en los últimos cinco meses), son frases casi bizarras, por ende, nada creíbles.

Algunas, a pesar de su sinceridad, entran en el territorio de la desvergüenza: no tengo ganas. Esta no convence a nadie, a menos que uno sea su propio jefe.

En Gran Bretaña, por ejemplo, hay quienes justifican su ausencia diciendo que estaban demasiado borrachos para ir a trabajar. Ésta es uno de los latiguillos exculpatorios más populares y aceptados de entre los británicos, aunque no parezca algo aceptable.

Las demoras de los cerrajeros son una constante, más cuando uno se levantó con bastante sueño. Siempre la llave se rompe cuando uno intenta cerrar la casa e ir rumbo al trabajo.

Si uno suena como que está hablando bajo techo, todo pierde validez y el “no encuentro mi auto” sólo tiene éxito en los dueño de modestos fitito o lujosos mini coopers.