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Lejos de su novio, Malala Groba es revelación en Punta

Sola por culpa de la política, la pareja de Mauricio Macri juega divertida y sexy para las fotos. No se pierda la fotogalería.

Delicado erotismo. Malala toma sol lejos de Mauricio y demasiado cerca de los Macri, para su gusto.
| Diego González
María Laura Groba baja del complejo Terrazas de Manantiales hacia la playa. Lleva un sombrero claro, gafas para el sol y una camisola blanca que cubre un cuerpo que, minutos más tarde, se revelará escultural. Quienes conocen a “Malala”, la novia del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, saben que tiene una primordial obsesión: el cuidado de su piel. Fanática de las cremas corporales de primeras marcas y muy minuciosa para elegir qué productos utilizar en su rostro, su laboriosidad estética redunda en una catarata de elogios hacia su belleza.
 
Ella se sorprende –y parece orgullosa– cuando algún allegado galante la compara con la bella Carla Bruni, esposa del presidente francés Nicolás Sarkozy, un paralelismo que es aplaudido por los encargados de Comunicación del PRO, quienes fomentan unir la imagen de Macri con la “centro-derecha racional” que representaría el líder galo.
 
Groba llegó a Punta del Este luego de las Fiestas y se instaló con su hermana en el departamento de Mauricio en Manantiales, donde el clan Macri pasa sus veranos. Ella frecuenta a su familia política, pero intenta mantener una agenda propia. Malala se tomará unos días de relax lejos de su novio, que luego de un complicado fin de año para su gestión, decidió hasta el momento evitar las tierras uruguayas para no generar imágenes polémicas que afecten su devenir político. NOTICIAS la descubre, sonriente y sexy, camino hacia una tarde de relax y mar.
 

La nota completa, en la última edición de la Revista Noticias .