Liliana Planas tenía 60 años y en 1971 se casó con Jorge Sobisch, en el que fue
uno de los acontecimientos más importantes de la sociedad neuquina. Con él tuvo
cuatro hijos y dos nietas. El segundo de sus hijos, Gastón, es nada menos que el presidente del
tradicional club de fútbol Independiente de Neuquen, una tarea que había llevado el propio Sobisch
cuando aún tenía 28 años.
Nacida en Neuquen, donde sus padres fueron pioneros,
Liliana era docente y pertenecía a una familia tradicional del lugar. Su padre,
Teodoro Planas, fue uno de los primeros odontólogos de Neuquen, razón por la que una de las calles
de la ciudad capital lleva su nombre. “Ella era una señorita de alta sociedad, imaginate
sobre todo en un pueblo chico. Su casamiento con Sobisch fue todo un acontecimiento, sobre todo por
quién era ella. Él, en realidad, no tenía ni la secundaria terminada y trabajaba de
linotipista”, cuenta a
Perfil.com Mario Rojas, periodista del diario
La Mañana de Neuquen.
La hermana de Liliana se casó nada menos que con un hombre de apellido Salvadó, uno de los
también más tradicionales de Neuquen. La familia es
dueña de la cadena de farmacias Del Pueblo y del laboratorio Austral. “Son
los que abastecen de medicamentos a los hospitales provinciales”, cuenta Rojas.
Bajo el cargo de coordinadora del Programa Provincial de Becas, Sobisch designó a Lilianaal frente de la designación de becas que entregaba la provincia con YPF durante sus últimos
dos gobiernos.
Liliana y Sobisch se casaron en 1971. Hasta su suicidio, vivían juntos en un piso en uno de
los edificios del alto de la ciudad, que tienen visión panorámica de la ciudad desde el este y el
oeste. Sin embargo,
uno de los últimos chismes que corrieron por Neuquen fue que ambos se habían
separado y que él se había ido a vivir solo a un barrio privado, llamado Villa Luisa. Hoy,
ella se tiró de ese noveno piso que compartió mucho tiempo con él.