SOCIEDAD
las transportistas no deben hacerse cargo de las agresiones

Lo único que logró cobrar fue un "piedrazo"

La Justicia rechazó la demanda de un pasajero agredido con una piedra cuando viajaba en un colectivo. Consideró quesi bien se trata de agresiones frecuentes, la empresa notenía forma deevitarel ataque.

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La Cámara Nacional en lo Civil rechazó la demanda que un pasajero promovió contra una empresa de colectivos por las lesiones que sufrió en la cara al recibir un piedrazo desde el exterior, mientras viajaba en uno de los internos de la compañía.

El tribunal consideró que si bien este tipo de hechos se tornaron "muy frecuentes" y reflejan "una triste realidad", sería una "verdadera injusticia" responsabilizar a la compañía por un daño difícil de evitar.

El episodio, que originó la demanda, se registró el 7 de marzo de 2003 en la avenida Crovara, en cercanías de la estación Villegas de la localidad bonaerense de Isidro Casanova, cuando Enrique Angulo, quien viajaba en un colectivo de la línea 630, recibió un piedrazo que impactó en un ojo izquierdo.

Testigos convocados al juicio civil relataron que en esa zona es habitual que se arrojen piedras contra los vehículos, por lo que conviene viajar con las ventanillas cerradas.

Para la Sala G de la Cámara, el reclamo "es inadmisible" porque no es la compañía de transporte pública la responsable de prevenir hechos delictivos.

Los camaristas Carlos Bellucci, Beatriz Areán y Carlos Carranza Casares concluyeron que "el ingreso de una piedra proveniente de la vía pública configura un hecho imprevisible que exime de responsabilidad" a la empresa.

El demandante, para reforzar su pretensión, había expuesto que la ventanilla correspondiente al asiento del colectivo en el viajaba carecía de vidrio protector, pero los camaristas desestimaron el argumento al analizar la época del año en la que ocurrió el siniestro.

En tal sentido la Sala G de la Cámara recordó que a fines de marzo se registran temperaturas cercanas a los 30 grados y, por lo tanto, por el calor, sería ilógico que, en caso de que el colectivo tuviera el vidrio , el pasajero hubiera dejado la ventanilla cerrada, impidiendo el paso del aire.

Los camaristas evaluaron qué recaudos se podrían haber tomado para evitar el daño al pasajero y mencionaron hipótesis como el cambio de recorrido y la colocación de vidrios de mayor resistencia con la instalación de aire acondicionado, pero cuestionaron la eficacia de esas medidas.

Fuente: Télam