SOCIEDAD
tragedia de san vicente

“Los cinco siguen de viaje juntos”, dice el padre de una de las víctimas

El dolor de Gustavo Siches, padre de uno de los amigos que fallecieron al estrellarse la avioneta en la que se trasladaban.

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En vuelo. El grupo de amigos, muchos de ellos se conocían desde los 3 años, en el viaje de ida. | facebook

“Lo único que rescato de esta tragedia es que los cinco amigos continuaron de viaje juntos”, le cuenta a PERFIL Gustavo Siches, padre de Pedro, uno de los cinco amigos que murieron el domingo pasado tras estrellarse el bimotor en el que volvían desde Mendoza.

La avioneta, piloteada por uno de ellos, cayó en la zona rural de Quemú Quemú, en el límite entre Buenos Aires y La Pampa. Enrique Cantó, Juan Ignacio Otegui, Mariano Guyot y Mauricio Balbi habían organizado un viaje para visitar, en San Rafael, a Nicolás Furtado, otro amigo de la infancia de su pueblo natal de San Vicente. Los amigos, que tenían entre 37 y 42 años, querían alegrar a Pedro que, cinco meses atrás, había perdido a su esposa, que murió tras descompensarse en un vuelo de regreso desde Nueva York, donde habían ido de vacaciones. “Ahora Pedro se encontró con su mujer, que la perdió y estaba muy triste”, agrega Siches.

Furtado cuenta que en el último día del fin de semana de reencuentro, habían ido a comer a una pizzería, luego a tomar algo en un bar y, por último, volvieron al hotel donde se quedaron tocando el piano, mientras Cantó –que era el piloto y dueño del avión– hacía la hoja de ruta. Los familiares comentaron que los amigos decidieron aterrizar en Tandil, donde la familia Cantó tiene una propiedad, porque la ruta de San Vicente estaba mojada. Pero al mediodía del domingo se emitió una alerta satelital que reportaba un accidente aéreo, cuando al Piper Seneca PA-34 le faltaban 300 kilómetros para llegar se estrelló contra la tierra y se prendió fuego, ocasionando que los cinco amigos murieran calcinados.

La primera hipótesis que maneja la Junta de Investigación de Accidentes de la Aviación Civil (Jiacc) es que había un pronóstico de frente frío que podría haber producido el congelamiento de las alas. El hielo genera un peso extra que complica las maniobras de aterrizaje. Siches comentó a PERFIL “que tendrán el aporte de especialistas provenientes de Estados Unidos” en las pericias.

“La pasaron bárbaro y solo tuvieron mala suerte, porque no se pudieron haber cuidado más para volar. El piloto tenía experiencia, el avión era bueno. Fue una tragedia”, opina el hermano de otra de las víctimas. Desde el domingo pasado, el pueblo “se paró, literalmente, todo se frenó”. Los amigos se criaron y crecieron juntos en esa localidad bonaerense de 60 mil habitantes. De hecho, Siches y Balbi eran amigos desde los 3 años,  se conocieron en la salita de jardín de la escuela San José.

Durante toda la semana, en las redes sociales, los familiares de las víctimas publicaron mensajes recordando a sus seres queridos. Uno de ellos fue Federico Siches, hermano de Pedro y quien también tenía una amistad con Balbi. “Eran mis dos hermanos y los voy a recordar por siempre”, escribió. En cuanto a su hermano, lamenta “la cantidad de cosas pendientes que le quedaron en la vida”. “Ibas a ser el padrino de mi hija”, dice en una publicación con una foto en la que Pedro tiene a la beba entre sus brazos.