SOCIEDAD
Un fenmeno que en Europa fue furor en los 80

Los graffitis esténcil, furor después de la crisis

Desde 2001, las pintadas con molde se multiplicaron en Buenos Aires como medio de protesta o promoción. Una técnica desarrollada en "Palermo Soho" y extendida al activismo político. Recorrido fotográfico.

0110estencil468telam
Una muestra de la cultura popular argentina, cada vez mas extensiva | Telam

Sucesores de los graffitis y las pintadas políticas que caracterizaron los primeros años de la democracia, los "esténciles" de las paredes porteñas cuestionan el consumo, indagan sobre la coyuntura social y se avizoran como herramientas de campaña electoral.

La base del esténcil es una placa dura -de metal o materiales más económicos, como radiografías- donde se graba o recorta una imagen, a veces acompañada por un texto breve, que queda pintada sobre una superficie al pasarle aerosol.

"Las organizaciones de derechos humanos y el activismo político contemporáneo echaron mano al esténcil para decir cosas en ámbitos no convencionales", afirmó a Télam Claudia Kozak, doctora en letras e investigadora de las universidades de Buenos Aires (UBA) y de Entre Ríos (UNER).

" Después del incendio de Cromañón, por ejemplo, aparecieron varias placas pintadas con las zapatillas y el número de chicos que murieron -señaló-. Son grupos que ofrecen respuestas rápidas a los hechos que se suceden en la coyuntura".

La imagen de Julio López (desaparecido tras atestiguar contra el represor Miguel Ángel Etchecolatz) sobre el texto "¡Aparición con Vida Ya!", en los edificios que rodean Plaza de Mayo, es otro ejemplo de los cientos de mensajes impresos en la ciudad.

En época de elecciones, continuó Kozak, muchos de los mensajes en circulación se politizan, reproducen el clima político que vive la sociedad del momento o, directamente, aluden a las campañas, al igual que las pintadas y los "graffiti leyenda" que caracterizaron la década de 1980.

En el microcentro porteño, la frase "Asfalto Electoral", pintada en amarillo sobre pavimentos nuevos junto con la imagen de uno de los candidatos al gobierno local, figura entre los más vistos.

La serialidad que permite el esténcil y su difusión a través de Internet, internacionalizó las placas, sobre todo las que reproducen mensajes ecológicos, antiglobalización, pacifistas y críticos al poder, como la imagen del presidente de los Estados Unidos, George Bush, con las orejas del ratón Mickey.

Kozak explicó que, en la Argentina, el esténcil está asociado a los sectores medios altos, vinculados al diseño y la publicidad, y "no es casual" que uno de los barrios donde más se desarrolló la técnica sea "Palermo Soho".

En diálogo con Télam, la investigadora observó que además de los mensajes políticos, sociales y antiglobalización, la técnica, muy influida por el Pop Art, reproduce imágenes de personajes "retro", como Betty Boop, y promociona fiestas alternativas y bandas de música.

Kozak sitúa el esténcil callejero como una modalidad más del graffiti, que empieza a mostrarse en Europa en los años 80, retomando muchas de las consignas del Mayo Francés de 1968.

En la Argentina, las placas empiezan a circular en 2001, en el marco de la crisis económica y social que atraviesa el país. "Es un momento especial -enfatizó la especialista- en el que la gente necesita salir a la calle a decir cosas".

La difusión local del esténcil se inscribe, además, en un contexto global de intercambio de placas con mensajes políticos y de organismos de derechos humanos, que se apropian de la técnica e instalan la "respuesta inmediata" frente a la coyuntura.

"Todos los graffitis implican una imagen sobre la pared, una grafía. Desde esa concepción, el esténcil puede considerarse una forma particular de graffiti", explicó Kozak.

La investigadora de la UBA y la UNER detalló que, históricamente, los formatos más difundidos en el país fueron el "graffiti leyenda" -de fuerte carácter verbal, despojado de imágenes- y la pintada política, asociados ambos a la "primavera alfonsinista".

Durante la década de 1990, caracterizada por la privatización del espacio público y la globalización, el "graffiti leyenda" se replegó y surgieron algunos movimientos de "graffiti hip hop", provenientes de los Estados Unidos y similares a las pinturas murales, que en la Argentina no tuvieron gran trascendencia.

Por último, Kozak señaló que a fines de 2001 cobró fuerza el "graffiti esténcil", sucesor de las otras técnicas, masivo, global y de amplia difusión en la Ciudad de Buenos Aires y en las capitales del interior del país.

Fuente: Télam