La mayoría de los casos se dan en el marco de episodios de violencia doméstica. Galería de fotos.
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AFP
La muerte de Tomás Dameno Santillán puso de manifiesto una situación que sufre gran parte de la población de menores: el maltrato infantil. Todavía estaba fresca en la memoria colectiva la imagen del país movilizado por el crimen de Candela Rodríguez, presuntamente por un ajuste de cuentas, cuando ocurrió lo de Tomás.
Ayer trascendió que habían violado y matado a una niña de tres años en Santa Fe y detuvieron a su padrastro. Antes de este episodio, a principios de noviembre, fue asesinada Nicole Rodríguez, de 5 años, a manos de su primo de 20, que más tarde confesó haber matado a la nena para vengarse de su tío por un supuesto robo previo.
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En Argentina hay cientos de casos de maltrato infantil. Sin embargo, no hay estadísticas oficiales de los organismos estatales. "Es uno de los pocos países que no cuentan con un banco de datos sobre la cantidad de niños maltratados", indican desde la organización "Save the Children".
La Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia informó que en septiembre de este año se registraron 708 casos de violencia doméstica y tres de cada diez denuncias involucran a menores de edad. Sin embargo, son pocos los casos de maltrato que llegan a denunciarse por lo que los números no hablan del panorama real del país.
La Asociación Civil La Casa del Encuentro elaboró un informe que indica que este año fueron asesinados 17 menores en Argentina en el marco de episodios de violencia doméstica con el objetivo de "castigar" a las madres. En el 85% de los casos, los agresores son hombres.
El maltrato infantil, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es "cualquier acción u omisión de acción que viole los derechos de los niños y adolescentes". Es decir, "maltrato" no implica violencia física sino también el abandono emocional, la explotación laboral, la participación del menor en acciones delictivas y la mendicidad, entre otras cosas.
El conflicto social
Según la Doctora María Inés Bringiotti, del Programa de Investigación en Infancia Maltratada de la Universidad de Buenos Aires, "hay ciertas tendencias sociodemográficas que inciden en transformaciones en el plano familiar". Cada vez hay más familias monoparentales (en general, madres solas) y divorcios. Además, debido a la crisis económica y la pobreza en la que vive gran parte de la población, se comparte la vivienda, el terreno y los espacios produciendo hacinamiento.
Al mismo tiempo, una serie de problemas sociales como los embarazos adolescentes, el abandono escolar, el desempleo, los chicos de la calle incide en la calidad de vida familiar y concretamente en los niños. Para Bringiotti, el riesgo juvenil existe en todas las clases sociales; sin embargo, "la pobreza aumenta la vulnerabilidad al contar con menos recursos frente a estos riesgos".
Los estudios, por otra parte, prueban que el adulto golpeador ha sido en la mayoría de los casos un niño golpeado. Por otro lado, señala que etiquetar al abusador como “enfermo mental” o “psicópata” sólo ha conseguido la evasión de la responsabilidad individual. "En la mayoría de los casos no es una cuestión de salud mental", dice.
Las cifras de la niñez maltratada son más que alarmantes y no basta con cruzarse de brazos a esperar que ocurra el próximo crimen. La sociedad entera debería tomar conciencia e involucrarse y denunciar cualquier abuso del que sea testigo.
Teléfonos útiles para tener en cuenta:
Línea de urgencia: 102 (para efectuar consultas o denunciar maltrato, abuso y niños en situación de calle. La denuncia puede ser anónima).
Red Solidaria: (011) 4796 – 3923 / 4796 – 5828
Contame: 0800-2222 800
Cuidaniños (Provincia de Buenos Aires): 0800-666 6466
