El
juicio a un hombre acusado de ser el asesino serial que más
víctimas se cobró en la historia de Canadá comenzó ayer en New Westminster, en la Columbia
Británica.
Robert William Pickton, de 57 años, está
acusado de matar a 26 mujeres y dar sus restos a los cerdos de su
granja para que se alimenten. Seis de las víctimas eran
prostitutas y adictas a las drogas que vivían en el barrio
más marginal de Vancouver.
Los crímenes se cometieron a lo largo de diez años, antes de su arresto en febrero de 2002, y
habrían sido 49 las mujeres asesinadas, según habría confesado el mismo Pickton.
Los testimonios dieron cuenta de
espantosos detalles de cómo la Policía encontró manos, pies y
numerosas cabezas de mujeres en un criadero de cerdos, que se alimentaban con la carne
humana.
Los miembros del jurado y los familiares de las víctimas fueron
advertidos de que en el juicios se escucharán relatos macabros
dignos de la más truculenta de las películas de terror.
Según se indicó, a lo largo del juicio se mostrará un video en el que
Pickton confiesa que mató a 49 mujeres y que planeó un asesinato
más. El testimonio fue obtenido por un Policía mediante una cámara oculta.
Durante el juicio Pickton estará sentado en asiento
protegido por vidrios a prueba de balas. Ayer, se mostró sin
ninguna expresión en su rostro, vestido con pantalones de jean negro y una camiseta gris.
Macabro hallazgo. Los cargos de asesinato fueron formulados
luego que
se encontrara restos de mujeres en una granja que Pickton compartía
con su hermano. Allí hallaron
la cabeza de tres mujeres rebanadas por la mitad de forma vertical,
además de sus manos y sus píes. También se encontraron ropas y pertenencias de las víctimas
y huellas de ADN de 31 mujeres.
El juicio que se le realiza es por seis de los asesinatos y en las audiencias, que durarían
un año, desfilarán 240 testigos. En el futuro enfrentará otras 20 acusaciones.
La Justicia se tomó 5 años para iniciar los procesos contra el acusado. La intensa
investigación comenzó por que se encontró en poder de Pickton un
arma de fuego sin el permiso correspondiente. Luego, fue
acusado de hacer fiestas en el criadero de cerdos a donde asistían
prostitutas y se consumían grandes cantidades de drogas y alcohol.
La mítica Policía Real Montada Canadiense llegó a la granja donde se criaban cerdos el 5 de
febrero de 2002. Ahí encontraron pertenencias de
Sereena Abotsway, una de las tantas prostitutas que
desapareció sin dejar rastro en las últimas décadas.
Esto condujo a una serie de
excavaciones que fueron lideradas por un equipo de
arqueólogos.
Luego del macabro hallazgo, la autoridades lanzaron un
alerta sanitario para que nadie consumiese los productos de la
granja de Pickton, ya que los cerdos se habían alimentado con carne humana.
En su trabajo, los arqueólogos tuvieron que
separar los huesos humanos de los animales. Este relato
produjo escenas de descompostura en varios de los familiares y amigos de las víctimas presentes en
la sala donde se desarrolla el jucio.
Una de las mujeres que Pickton habría asesinado,
Sarah de Vries, escribió en los periódicos sobre el miedo en
las calles de Vancouver durante el período en que las mujeres desaparecían.
"¿Seré la próxima? ¿Me está mirando ahora,
como lo hace un animal depredador con su presa? Esperando,
esperando para que yo cometa un estupido error", escribió. En abril de 1998 desapareció y restos de
su ADN fueron encontrados en la granja de Pickton.