A pesar de la caída en el turismo internacional que sufrió Buenos Aires el último año, la temporada de cruceros terminó con un nuevo récord: hubo casi un 20% más de visitantes que durante la anterior, y por primera vez se superó el medio millón de cruceristas.
A diferencia de lo que ocurre con otro tipo de viajes, para los cruceros se considera que la temporada comenzó en octubre y terminó el 15 de abril. Según las estadísticas difundidas por la Administración General de Puertos (AGP), durante el último período arribaron 510.815 pasajeros, mientras que en el período 2011/2012, habían llegado 425 mil. En total, hubo más de treinta buques, que recalaron 160 veces en el puerto.
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“El crecimiento que tuvo el sector en los últimos cinco años fue excepcional. Pasamos de recibir 100 mil pasajeros a superar los 500 mil en poco tiempo y sin ningún incidente ni accidente”, indicó el interventor de la AGP Sergio Borrelli. “Los turistas extranjeros respondieron una encuesta de satisfacción que dejó como saldo una aprobación elevada en todos los rubros de los servicios brindados por nuestro personal”, agregó. En muchos casos se trató de buques de gran porte como el Costa Serena, de 6500 pasajeros, o el MSC Música con capacidad para 6 mil. También arribó el Costa Fascinosa de 4300 pasajeros, y el Costa Fortuna de 4300.
Según datos de la última encuesta elaborada por el Observatorio del Ente de Turismo de la Ciudad en 2012, el 8% de los turistas que llegan en las grandes embarcaciones son extranjeros. Su llegada implica un importante aporte a la economía de la Ciudad: el gasto promedio registrado asciende a los $ 802,38. Si bien se mantuvo un número similar este año, el ingreso podría haber superado los $ 300 millones. Pero a eso se le debe sumar también el aporte de los turistas del interior del país que utilizan el puerto de Buenos Aires para partir a otros destinos, y que gasta en promedio $323,03.
Alza y baja. El boom de los cruceros contrasta con la baja del turismo internacional que viene sufriendo la Ciudad. Solamente en enero y febrero hubo una reducción interanual del 13.48 %. En ese período de tiempo de 2012 había ingresado por los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque 490.359 extranjeros, mientras que este año lo hicieron solamente 424.273. Los operadores turísticos consultados aseguraron que la ocupación de hoteles cinco estrellas rondó apenas el 30 %. La misma queja es repetida por dueños de restaurantes y tanguerías orientados al turismo.
La razones, según explican desde el observatorio, son múltiples. El principal obstáculo probablemente sea la inflación. Buenos Aires dejó de ser barato en dólares: la comida, el alojamiento y el entretenimiento tiene un costo similar al de Nueva York o París. A eso se le suma la crisis de los países europeos, que afectó la cifra de visitantes.
Pero, ¿por qué los cruceros no siguen la misma tendencia? En turismo tradicional, los viajes suelen decidirse con cerca de un mes de anticipación. Sin embargo, al igual que ocurre con las convenciones, donde la ciudad también es fuerte, los cruceros se reservan con mucha anticipación.
“El aumento en el arribo de cruceros es una muy buena noticia para todos. La caída del turismo internacional al país no se ha detenido, pero tanto el segmento de los cruceros como el de reuniones sigue en ascenso. Lo que ocurre es que este tipo de viajes se programa con entre dos y cuatro años de antelación. Por eso, el impacto de la coyuntura actual no se reflejará en lo inmediato sino en el largo plazo”, resumió el presidente del Ente de Turismo y Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi.
