"Mi hijo me decía: «Mamá, sentía cómo se me ampollaba la mano»”.

A poco de conocerse la noticia del “baile” que recibieron 17 cadetes de la Escuela de Oficiales de la Policía Federal –y que concluyeron con la internación de 17 jóvenes en el Hospital Churruca–, la madre de uno de los alumnos maltratados denunció que inclusive uno de ellos sufrió un preinfarto “porque no podía soportar lo que estaba pasando”.

La grave declaración de “Liliana” fue formulada durante esta mañana, en el programa Espíritu Crítico que conduce Luis Majul por AM La Red. La mujer detalló que las prácticas de “baile” son habituales en la fuerza, del mismo modo que cuando los jóvenes ingresaban al servicio militar: “En la Escuela de Policía, como en cualquier otra fuerza, los chicos tienen lo que se llama instrucción (...). Cuando se incorporan a la escuela después de las vacaciones de verano, los cadetes de segundo año tuvieron una manija tan fuerte, que un chico sufrió un preinfarto”.

La mujer sostuvo el joven “entró en pánico porque no podía soportar lo que estaba pasando”. Además, acusó al oficial Rugnia –“que los estaba manijeando en ese momento”– de no querer dejar ir al joven al servicio médico. “Él le dijo que no, hasta que el chico continuó descompuesto y cuando llegó arrastrándose al servicio médico, se dieron cuenta que en realidad tenía un preinfarto”.

Por otro lado, y ante la consulta sobre los dos oficiales que estaban a cargo de los jóvenes cadetes –que aparentemente ya habían tenido problemas con la fuerza–, la mujer remarcó que el grado de los policías podría ser “el de inspector o subinspector y que se apellidan Rugnia y Renaud”. Y agregó: “Como están castigados, entonces van a dar clases a la escuela. Pero hay cadetes, que van a ser los policías de mañana, que saldrán muy resentidos de ahí adentro. Por ejemplo, ese oficial estuvo a cargo del chico que le pegó un tiro a la novia en el McDonalds (de Callao y Bartolomé Mitre) durante el año pasado”.

De hecho, y con relación a la internación de los jóvenes en el Hospital Churruca, la mujer remarcó que el agotamiento muscular “se debió al gran esfuerzo físico que han tenido estos chicos”, ya que, por ejemplo, les han hecho hacer "flexiones de brazos, con el cuerpo como si fuera una V invertida, con la cola para arriba, una palma sobre el piso, el otro brazo en la nuca y sobre el asfalto. Mi hijo me decía: «Mamá, yo sentía como se me iba ampollando la mano»”.