SOCIEDAD

“No tengo más vida”, expresó entre lágrimas el papá de Agustín Irustia

Dolor. Fabio Irustia enfrentó a los medios ayer, momentos antes de viajar de vuelta a San Luis.
| Telam

agencias
Angustia. Dolor. Lágrimas. Todas expresiones que no pudo ocultar Fabio Irustia, el padre de Agustín, uno de los chicos que murió el jueves en el balneario Afrika de Villa Gesell, al enfrentar a los medios periodísticos un día después de la tragedia. “No tengo más vida. Murió mi hijo de 17 años en mis brazos. ¿Qué más? Después de eso no existe más nada”, expresó como pudo.
Fabio y su familia habían viajado desde San Luis a Villa Gesell para pasar las vacaciones. “Era un día de playa, que estábamos lo más bien, disfrutando. Estábamos toda la familia en la casa. No había relámpagos, no había truenos no había nada. Estaba lloviendo y nublado y nada más. Nos metimos en las carpas y a los cinco minutos sentimos una explosión y terminé con el cuerpo de mi hijo tirado. El más chico igual, mi sobrina lo mismo, que falleció con 16 años”, recordó en relación a Priscila Ochoa, la única chica, entre los cuatro muertos.
“Nos tiró dos metros más o menos. Sentí que me quemaba. Como pude me levanté, para socorrer a mi hijo más chico. Una vez que logré que él respirara fui a buscar al más grande. Le hicimos masajes cardíacos, todo lo posible, pero murió ahí delante nuestro”, contó.
Horas después de enfrentar las cámaras de TV, Fabio y su familia volaron a San Luis en un avión sanitario. Con ellos fueron también los cuerpos de Agustín y Priscila. La familia Ochoa, en cambio, viajó a Mar del Plata, donde su hija menor Salma permanece internada.
El avión fue recibido ayer a la tarde por unos 200 chicos del Club Atlético Lafinur (donde jugaba al voley Agustín) en el aeropuerto local. Y a las 20 se realizó una misa en la catedral para recordarlos. En la provincia, el vicegobernador, Jorge Díaz, decretó tres días de duelo y ordenó suspender todas las actividades oficiales previstas