SOCIEDAD
Diario Perfil_ La entrevista de Magdalena

Para Stornelli, "Argentina ya es un lugar de consumo"

El ministro de Seguridad bonaerense habló, entre otras cosas,sobre los crímenes de La Matanza, Unicenter y General Rodríguez, en un reportaje sin anestesia.

Carlos Stornelli, ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, en su despacho.
| Juan Obregon

Cae la tarde –tarde primaveral– y en la ciudad de La Plata esa muy peculiar luz de fin del día baña los magníficos edificios, que recuerdan a un país opulento que decidió engalanar la función pública con columnas y mármoles. El Ministerio de Seguridad funciona donde antes estuvo el Departamento de Policía, y hoy, en democracia, un hombre de carrera judicial, el fiscal Stornelli, ocupa las oficinas por las que alguna vez circuló, durante la última dictadura militar, el sanguinario Ramón Camps.

Sin embargo hoy, ministro, cuando la Argentina ha recuperado el estado de derecho, todos los días tenemos hechos aterradores que ocurren en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires. ¿Cuál es, realmente, la situación?

—El problema es muy complejo. Parecería que la provincia bonaerense es la única que tiene niveles de inseguridad. ¡Y la única, también, obligada a explicarlos! Mire, el Conurbano es un territorio en cuya extensión –el ministro señala un gran mapa– podrían caber diez veces la Ciudad de Buenos Aires y cuatro veces sus habitantes. Esta provincia tiene una problemática diferente, y también recursos diferentes. Yo creo que, por algún motivo, somos el comentario obligado cuando se toca el tema de la inseguridad. Cierto o no, observamos que, en la difusión de los hechos vinculados a la seguridad, ¡la provincia aparece casi en exclusiva! Pero aquí hay mucho por analizar –percibimos mucha vehemencia en las palabras de Stornelli–. Mire, en lo que llevamos en este ministerio, hemos aumentado la gestión operativa de la fuerza de seguridad en niveles muy importantes y, en ese sentido, tengo algunos números para mostrarle...

En efecto, sobre su gran escritorio de madera oscura hay una prolija carpeta en la que, vía computadora, figuran, por ejemplo: “Delitos ‘prevenibles’ (53.096) esclarecidos con los mismos elementos que el año pasado (40.999). También 12.704 procedimientos por infracción a la Ley de Narcotráfico contra 7.472 en 2007. Por esta misma Ley hay 20.223 personas en la cárcel, cuando, el año pasado, la estadística habla de 13.362 detenidos”.

Sin embargo, ministro, vinimos a La Plata con luz de día y nos asusta pensar en la noche en la autopista...

—Mire, como le decía, desde el primer momento hemos iniciado, con el gobernador Scioli, el combate contra la droga, y hemos logrado niveles históricos en materia de secuestro de elementos del narcotráfico. Por ejemplo, ¡en un año hemos pasado de incautar 401 kilos de cocaína a 1.398 kilos! Ahora bien, hay hechos que, por supuesto, atraen la atención de la opinión pública y con respecto a los cuales es difícil hablar sin estadísticas. Para nosotros, las estadísticas son herramientas de trabajo que nos marcan el camino correcto o incorrecto de nuestras políticas. Por supuesto que a las víctimas de los delitos no puedo mostrarles sólo estadísticas, porque, para la víctima de un delito, la estadística siempre ha aumentado. No olvidemos que, muchas veces, esos mismos números son usados arbitrariamente y con cierta intencionalidad.

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