Los músicos callejeros porteños están en alerta: si avanza una reforma propuesta por el Ejecutivo al código contravencional –que, entre otras, regula la actividad artística en la vía pública y de los espacios culturales–, su actividad podría verse en peligro. Es que, si se aprueba la Ley 1.664-J-18, podrían ser denunciados en forma anónima y removidos por la Policía porteña.
“Veníamos sintiendo una avanzada en estos últimos años, con proyectos que desarrollaban la forma de penalizar el uso del espacio público y un instructivo de desaliento al arte callejero”, dice Alejandro Cabrera Britos, del Frente de Artistas Ambulantes Organizados (FAAO), que organizaron el 3 y 10 de julio protestas que juntaron hasta 20 mil personas. “Hoy, los inspectores y policías increpan a los que son músicos y que tienen amplificadores. Se apoyan en el rechazo de algunos sectores comerciales que no quieren tenernos en su zona”.
Desde el despacho del diputado Daniel Presti (PRO), presidente de la Comisión de Justicia de la Legislatura, dicen que “se estuvieron realizando reuniones con los representantes de artistas callejeros, y fueron escuchados en los encuentros de comisión y de asesores. Queda mucho por debatir”.
Para el diputado Javier Andrade (FpV), esa posible modificación del código contravencional “es mucho más abarcativa, e incluye los ruidos molestos en el espacio público. Van contra las peñas en plazas y parques, expresiones políticas y culturales en la vía pública”, denuncia. Por su parte, Sergio Abrevaya (GEN) sostiene que “en cualquier ciudad del mundo los artistas son parte del acervo cultural”.
