SOCIEDAD
POLEMICA EN LA RIOJA

Prohibirán a los medios informar sobre suicidios

Quieren evitar que la difusión de estos trágicos hechos incremente la cantidad de casos. La constitución provincial no permite cercenar la libertad de prensa. Las empresas periodísticas y ciudadanos presentaron quejas.

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Los diputados justicialista de La Rioja impulsan un proyecto de ley para prohibir a los medios de comunicación locales la difusión de casos de suicidio. Lógicamente, la iniciativa despertó polémica y rechazos en algunos sectores de la provincia.

Para los diputados Gustavo Minuzzi y Teresita Luna, que impulsan el proyecto, la cantidad de suicidios registrados en La Rioja en los últimos meses es una "situación de emergencia", lo que justifica la limitación a la libertad de prensa en el ámbito provincial.

El proyecto generó resistencia porque implica una violación al artículo 31 de la Constitución provincial, que impide la sanción de leyes que limiten la libertad de prensa. "No se pretende coartar la libertad de prensa", dijo el diputado Minuzzi.

Proyecto original. Los diputados no consultaron con ninguna entidad periodística o universitaria local para escuchar la opinión profesional sobre el tema. Se desconocen antecedentes en el país de un proyecto de esta maginitud.

Minuzzi y Luna creen que, si no se publican crónicas ni fotos sobre suicidios, se logrará disminuir la cantidad de casos, y no confían en la autolimitación que sobre el tema que pueda imponerse la prensa.

La mayoría de los propietarios y representantes de los medios de comunicación riojanos se autoconvocaron para impulsar un documento a fin de autolimitar la información que se brinde sobre suicidios.

Texto del documento

1.- Incluir las noticias sobre suicidios entre la información relativa a problemáticas sociales o de salud, dejándolas fuera de la sección policiales.
2.- Evitar su inclusión en los espacios más destacados de los diarios (tapa y contratapa o cabezas de páginas impares), de los panoramas informativos televisivos o radiales (como nota de apertura, por ejemplo) y de los portales informativos.
3.- A no realizar un gran despliegue de producción en torno a casos particulares de suicidios en términos de tiempo o espacio; ni en recursos (fotos o imágenes en movimiento de la víctima o testimonios grabados de gente directamente afectada por el joven suicida) que en general sólo tengan valor emotivo y no estrictamente informativo.
4.- A evitar la descripción detallada del método utilizado.
5.- Dado que se trata de conductas complejas, no se ofrecerán explicaciones simplistas o unívocas sobre las supuestas causas. En cambio, se recurrirá a la ayuda de profesionales y especialistas que nos permitan ofrecer claves interpretativas del fenómeno en general, atendiendo a factores psíquicos, sociales, culturales, familiares, etc. y en este sentido requerimos la disponibilidad de fuentes de información públicas o privadas, institucionales o personales, de colegios profesionales, instituciones educativas especializadas, etc.
6.- No se relacionará el suicidio con atributos valiosos del carácter ni valores morales dignos de imitar: valentía, lealtad, valor, coraje, amor, dignidad, honor, altruismo, sensibilidad y sentimientos solidarios, etc.; ni se hablará de que quien logró quitarse la vida tuvo ‘éxito’ en su cometido; ni se ofrecerá esa salida como una forma de solucionar las dificultades de la vida.
7.- En cambio, y en la medida de lo posible, se hablará de personas que en situaciones similares han respondido con mecanismos de adaptación creativos y de otros individuos que en peores situaciones supieron encontrar soluciones no autodestructivas.
8.- Se evitará usar estereotipos que estigmaticen o culpabilicen a las víctimas y sus familias o los sectores sociales a los que pertenecen.


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