SOCIEDAD

Qom: la muerte de Néstor, una más de la "masacre silenciosa"

Desde 2007, más de 25 aborígenes murieron por hechos relacionados con el conflicto de tierras, segúnFélix Díaz en diálogo con Perfil.com.Los casos.

Acampes, huelgas de hambre, denuncias públicas, amparos de cortes internacionales, y protestas. Así pasan los días de los Qom.
| Cedoc

“Dio su vida para salvar nuestra tierra”. Así explicó el hijo de Roberto López, un hombre de la comunidad Qom La Primavera que en 2011 reclamaba tierras en la Ruta Nacional 86, de Formosa, cuando el gobernador Gildo Insfran ordenó reprimir a los aborígenes. Murió, como muchos en su gran familia, por protestar. Cristina Fernández de Kirchner hizo una teleconferencia con la provincia dos días después: habló casi una hora, pero nada dijo sobre su muerte y el conflicto.

Si la masacre iba a comenzar, iba a ser silenciosa”, reflexionó el líder de la comunidad, Félix Díaz, a la hora de recordar el punto más álgido de un enfentamiento de larga data, pero que recién se hacía visible a nivel nacional. “Nadie hablaba de nosotros”, aseguró. El litigio, aunque nadie lo sabía, iba a estar plagado de sangre: el propio casique contabilizó que entre 2007 y 2015 fueron asesinados más de 25 integrantes de su comunidad, compuesta aproximadamente por 60 habitantes.

Es que además de no recibir ningún tipo de asistencia sanitaria, hasta llegar a puntos extremos como el de Néstor Femenía –que murió por desnutrición en Chaco–, y ser reprimidos por reclamar el cumplimiento de distintas leyes, todos los meses se registraron asesinatos y golpizas a distintos integrantes de la comunidad. “No hay familia que no haya sufrido esto, homicidios o accidentes dudosos”, contó Díaz a Perfil.com.

Cronología de la masacre. Todo se inició en 2007, cuando la administración de Insfran desalojó a 9 familias para tomar posesión de 600 hectáreas, posteriormente utilizadas para la plantación de soja, amparado en la modificación de la ley que efectuó años atrás y le permitía abastecer al Estado de tierras si ésta era insuficiente. Las protestas comenzaron con pequeños reclamos, y se extendieron tanto como el avance los terrenos que La Primavera habita desde 1932.

En 2008, los Qom de esta comunidad decidieron agruparse y votaron democráticamente a su líder. El elegido fue Félix Díaz, aunque nunca fue aceptado como autoridad por las funcionarios gubernamentales, que promocionaban otra candidatura, la de Cristino Sanabria, con quien tenían buenas relaciones. Todo empeoró desde entonces: de tantos cortes y protestas, con represiones y detenciones, la lucha entre policías y aborígenes pasó a ser personal.

"Vino la policía. Golpeó a la gente, a mujeres. Llevaron presos a ancianos y hasta a los chicos. Nos golpeó con caballos. Los policías nos cercaron con caballos. Después quemaron las casas. Quemaron documentos, quemaron las bicicletas, colchones. Nos golpearon y uno murió", contó Esther Díaz, hermana del casique, al sitio ComAmbiental, que recopiló los inicios del conflicto.

En noviembre de 2011, pocas horas después de la muerte de Roberto López, murió también Mario López Pilagá, otro importante integrante de la comunidad, en un supuesto accidente de ruta. El año anterior, en otro episodio con las fuerzas de seguridad, había muerto en un hecho dudoso Sixto Gómez, hombre que además pertenecía a la Corriente Clasista y Combativa, y tenía experiencia en la organización de protestas.

En 2012, Celestina Jara y su nieta Lila Coyipé de once meses, miembros de La Primavera, murieron luego de ser embestidas por un auto del gendarme Walter Cardozo. Las investigaciones judiciales por estos hechos nunca prosperaron: los testigos aún no fueron llamados a prestar declaración.

En 2013 le tocó a otro niño: Imer Ibercio Flores, de 12 años. Fue asesinado a golpes durante una fiesta en Villa Río Bermejito. Su cuerpo fue encontrado un día después en el camping de la municipalidad. Ese mismo día hallaron ropa ensangrentada en la casa de Nino Franco, que había expresado su desprecio a los Qom por este conflicto, al igual que distintos pueblos aledaños.

Daniel Asijak de 17 años, sobrino de Díaz murió luego de un dudoso accidente de tránsito durante el mismo año. Fue hallado a la vera de la ruta nacional 86, donde los Qom suelen encabezar protestas, gravemente herido y murió cuatro días después. Fue recién allí cuanto tomaron notoriedad pública las múltiples agresiones que recibían los familiares de Díaz.

La familia del casique en distintas oportunidades habló de “parar con la masacre”. No sólo a los Qom les sacaban las tierras para habitar, ni recibían asistencia médica; tampoco eran recibidos por autoridades nacionales que le puedan dar algún tipo de salida de este conflicto. A 1.200 KM de Insfran, el funcionario que los atendió fue el ministro del Interior, Florencio Randazzo. Les canceló la primera reunión, una hora antes. En la segunda, tampoco les ofreció soluciones.

Acampes, huelgas de hambre, denuncias públicas, amparos de cortes internacionales, y protestas. Así siguió el camino de La Primavera. Pero lejos de terminar con esta “masacre silenciosa”, se sumó otro factor que ahora tiene atemorizados a muchos aborígenes. “Veo a muchas ancianas y niños muy flacos, con poco peso, con una figura muy delgada, es algo que nos preocupa mucho a todos y más ahora, después de perder a Néstor Femenía”, expresó Díaz.

Para el líder Qom, el fallecimiento del niño de siete años a causa de tuberculosis y desnutrición tiene un culpable claro. “El Estado es quien debe garantizar que nuestros derechos como aborígenes se cumplan, ellos son los garantes de los derechos básicos que tenemos como seres humanos”, concluyó.

(*) De la redacción de Perfil.com.