El monóxido de carbono que se expande por el aire porteño mientras el humo se apodera de la Ciudad es un gas inodoro, incoloro, inflamable y altamente tóxico.
Los expertos alertan que este gas puede causar la muerte cuando se respira en niveles elevados. Se produce cuando se queman materiales combustibles como gas, gasolina, kerosene, carbón, petróleo, tabaco o madera, como es el caso de la quema de pastizales que está causando la densa humareda.
En invierno, son usuales los accidentes mortales cuando no hay correctas instalaciones de
calefacción y se encienden estufas u hornallas de la cocina o los calentadores a kerosen en
ambientes cerrados o con fallas de funcionamiento.