Se denomina Síndrome de
Muerte Súbita en Lactantes a la causa por la que bebés de menos de un año mueren
sin que hayan existido síntomas de enfermedades o indicios de accidente alguno.
En la mayoría de los casos, la muerte se produce mientras el bebé
duerme.
Algunos especialistas aseguran que existen indicios de que los bebés fallecidos por esta
causa nacen con una cierta anormalidad en el cerebro, específicamente, en el área que controla la
termorregulación, la frecuencia cardiaca y la respiración durante el sueño.
El principal grupo de riesgo es el de los bebés que tienen
entre un mes y un año. Según explica el sitio especializado
Sids.org.ar, en la mayor
parte de los casos, la muerte se produce entre el
segundo y el cuarto mes. El 90 por ciento de los decesos, en tanto, se registran
antes de los seis meses, momento en el que el porcentaje comienza a disminuir.
Uno de los principales inconvenientes que presenta esta patología es que es
imposible de prevenir. De todos modos, los profesionales recomiendan a los padres
tomar ciertos recaudos para reducir los riesgos.
En principio, el bebé debe
dormir boca arriba, sobre un
colchón duro, dentro de
su cuna, en la que
no debe haber acolchados ni ropa de cama mullida. El bebé no debe dormir sobre
mantas ni almohadas y es recomendable la utilización de bolsas de dormir para bebés, en lugar de
sábanas.
En el caso en el que se decida usar
sábanas, los pies del bebé deberán tocar el extremo de la cuna y ésta debe estar
firmemente ajustada a los costados del colchón y el bebé debe ser cubierto solamente
hasta el pecho.
También debe evitarse el
tabaquismo en los padres y tener especial cuidado en que la t
emperatura de la habitación en la que el bebé duerme sea excesivamente alta.