SOCIEDAD

Religioso interfería en radios de taxis con insultos

Se trata de un hombre de 60 años. Sucedió en Viedma.

La parroquia Don Bosco en Viedma, Río Negro, desde donde se transmitían los mensajes.
| Telam

Un religioso salesiano y radioaficionado fue sorprendido por interferir en las comunicaciones radiales de tres empresas de taxis de Viedma, Río Negro. El hombre interceptaba la banda radial para transmitir insultos y mensajes soeces.

Se trata de un coadjutor laico de 60 años que tenía cinco equipos de comunicación instalados en el campanario , en una coqueta zona de la capital rionegrina. El hombre utilizaba esos equipos para interferir en las comunicaciones de las empresas de radio taxi, especialmente de noche, dejando mensajes vulgares e insultos. También se intrometía en las radios de mano (o "handys") que llevaban las patrullas callejeras. Los perjudicados lo llamaban "el abuelo" por su tono de voz y su identidad era un misterio.

Las autoridades comenzaron a buscarlo en mayo, con ayuda de técnicos de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC), ante la denuncia de tres empresas locales afectadas por las interferencias, informó la agencia Telam. Otro radioaficionado de Viedma, Enrique Poinsot, decidió iniciar una investigación paralela, porque, según dijo "ya se sospechaba de un colega y quería descubrirlo, por el honor de nuestra actividad".

Poinsot logró ubicar el radio de dos cuadras desde donde se emitían las interferencias pero sin lograr ubicarlo. Mientras tanto, el religioso se enteró de que lo buscaban, ya que podía escuchar las comunicaciones radiales de los taxistas, y decidió doblar su apuesta: al mismo tiempo que interfería las radios con sus guarangadas, llamó a una de las empresas de radio taxi e hizo un pedido falso para burlarse de los choferes. El operador registró su número y logró rastrear la dirección desde donde llamaba.

Efectivos policiales, el dueño de la empresa afectada, y el radioaficionado Poinsot, acudieron a su domicilio. "El propio hombre abrió la puerta y lo primero que hizo fue reírse y decirnos 'al fin me encontraron' como si todo hubiese sido una broma" narró Poinsot a Telam. "Con toda naturalidad, como si no se diese cuenta de la gravedad de sus actos, dio conformidad para que ingresáramos a una dependencia de la parroquia y nos mostró los equipos con los que transmitía", agregó.

Los equipos del religioso fueron secuestrados y se formalizó la denuncia ante la CNC, que debe realizar el sumario correspondiente. El caso quedó a cargo del juez de Instrucción Juan Bernardi, quien debe decidir dentro de 48 horas si asume la competencia, por tratarse de un delito de injerencia federal.

El religioso tiene matrícula oficial de radioaficionado, pero el domicilio habilitado se ubica en el colegio Don Bosco de Bahía Banca, informó Telam. La inspectoría salesiana, de la cual depende la parroquia Don Bosco de Viedma, inició un sumario interno y pidió a Poinsot la copia de las grabaciones con la voz del hombre en sus interferencias radiales.