SOCIEDAD
Intervino la justicia

Río Cuarto: una mujer murió por bulimia

Tenía 33 años, medía 1,70 y pesaba 30 kilos. Su marido confirmó que padecía la enfermedad. La mujer ingresó muerta a una clínica y se ordenó una autopsia para confirmar la causa del deceso.

default
default | Cedoc

Una mujer de 33 años, que medía 1,70 y pesaba 30 kilos, murió en la ciudad de Río Cuarto, aparentemente a causa de bulimia, aunque fue ordenada una autopsia para confirmar el origen del deceso.

La mujer ingresó muerta a la clínica Sanatorio Privado a las 3.15 del sábado pasado, trasladada por su esposo. Al desconocerse la causa de la muerte nadie accedió a firmar el certificado de defunción, el cuerpo ingresó a la morgue y tomó intervención la Justicia.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Hoy se dará a conocer el informe del forense que, aunque no podrá confirmar el cuadro bulímico, sí podría determinar si la mujer tenía signos de desnutrición, característicos de la enfermedad.

Su esposo confirmó al portal Telediariodigital de esa ciudad que la mujer era bulímica. En tanto según el diario Puntal, murió “a causa de un trastorno alimenticio enfocado hacia la anorexia”.

El Director Médico del Sanatorio Privado, donde murió la joven, informó que había sido atendida dos veces el año anterior, la última en septiembre, oportunidad en la que estuvo un día internada con un cuadro de lipotimia y decaímiento general.

El 27 de julio del año pasado, la mujer realizó una consulta al médico por ardor en la boca del estómago y manifestó que no se podía alimentar correctamente. “En ese momento recibió una medicación para que no tuviera acidez ni rechazo alimentario. También relató que había aumentado de peso”, destacó el doctor Marcos Paredes, según el diario Puntal.

El 19 de septiembre fue internada por un episodio de ansiedad. “Era una persona que mostraba rasgos depresivos, pero para constituir que un paciente tiene un diagnóstico de trastorno alimentario hay una serie de contextos que no teníamos porque en una o dos consultas el paciente esconde sintomatología o se autoengaña”, destacó Paredes.

El médico contó que la mujer “tenía tendencia al llanto, no dormía, y como contó que la preocupaba mucho que la estudiaran a su hija por posibles problemas de asma, pensamos que tuvo una depresión reactiva a esa supuesta enfermedad de la menor. Recibió un antidepresivo y un ansiolítico, pero no volvió nunca más” .