SOCIEDAD

Roberto Erusalimsky, el nexo entre Fariña y Schoklender

¿Quién es el empresario amigo del valijero del caso Báez? Sus vínculos con el colegio del exapoderado de las Madres.

| Cedoc.

"¿Tienen 90 físicos?", le respondió Roberto Erusalimsky a Leonardo Fariña, incrédulo, tras la propuesta del mediático "empresario" que le pedía colaboración, vía telefónica para lavar 90 millones de dólares. En ningún momento de la charla que comprometió seriamente al exesposo de Karina Jelinek, su interlocutor le preguntó cómo y de dónde había salido ese dinero. 

Erusalimsky aparece vinculado a unos campos de Fariña en la provincia de Mendoza pero, mientras los investigadores bucean por sus vínculos con el hombre que le dio "ficción" a Jorge Lanata, el interlocutor del recientemente procesado Fariña, tenía vínculos previos con personas muy cercanas al Gobierno nacional.

El abogado Pablo Torres Barthe recuerda el día que le presentaron a Erusalimsky en el colegio de su hija en el barrio de Chacarita. "Se acercó como un salvador", recuerda el doctor en Letras. Según recuerdan otros padres, Erusalimsky había llegado recomendado por la directora del colegio secundario de esa institución: Mariana Atozqui. La directora estaba casada con un empleado de la financiera Yovinazzo, supuesta dueña legal del colegio en cuestión. 

El colegio se haría conocido, poco después de la aparición repentina de Erusalimsky porque lo estaba refaccionando una empresa constructora, desconocida hasta ese entonces: Meldorek. El prestigioso Jean Piaget cerraría las puertas meses después de la escandalosa salida de Sergio Schoklender de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.

En el Jean Piaget pasaría, fugazmente, como administradora general Ana María Capurro, familiar directa de la consultora preferida de Cristina Fernández de Kirchner, "la tía Doris" como la llama magistralmente Jorge Asís. Capurro actualmente está al frente de las relaciones institucionales y publicitarias de la estatizada YPF. Según fuentes de la propia consultora, Ana María Capurro sí pasó por la institución pero sin vínculo alguno con Schoklender. Los mails que el juez Norberto Oyarbide poseía y acreditaban esa relación, jamás fueron investigados.

En el capítulo Los perejiles del Piaget de mi libro El negocio de los derechos humanos aparece el nombre de Roberto Erusalimsky, casualmente, la misma persona sospechada de haber intercambiado el extraño diálogo telefónico con Leonardo Fariña. No son los únicos vínculos que unen al submundo de las finanzas vinculadas con la obra pública que une a ex integrantes de Sueños Compartidos y la  Fundación de Bonafini con el mediático Fariña. ¿Continuará?

(*) Periodista. Autor de El negocio de los derechos humanos. En Twitter: @luisgasulla