Cuando este jueves arranque el Mundial en Rusia, las calles de varias de las ciudades sede de los partidos estarán llenas de hinchas con la celeste y blanca. Pero de los 170 mil compatriotas que, se calcula, estarán allí, las mujeres son las más entusiastas: no solo viajan solas, o con amigas, sino que además crearon grupos propios en las redes sociales para conocerse y, desde allí, se formaron nuevas compañeras de viaje.
Celeste Credidio (31) fue futbolera cuando era chica y se levantaba a las madrugadas para ver la selección juvenil de José Pekerman, en el Mundial de Qatar 1995. Pero con el tiempo, perdió la pasión en el fútbol y la compensó con el fanatismo por el deporte en general. En 2016, viajó a Río de Janeiro para los Juegos Olímpicos y en su viaje se puso de novia con un brasileño con el que se encuentra cada dos meses. “Allí dijimos que nuestra próxima gran cita sería el Mundial de Rusia porque era lo que me faltaba”, cuenta la joven que buscó “gente que le haga el aguante”. El año pasado entró al grupo de Facebook Argentinos a Rusia 2018 y asistió a un asado en el que había varias personas, pero forjó una especial amistad con las únicas tres chicas que había, además de ella. Allí encontró a María Paula Castelli (31), Florencia Chabagno (32) y Mariana Acevedo (31). “El Mundial lo habíamos pensado con Florencia hace más de dos años y allí conocimos a Celes. Vamos a viajar juntas a algunas partes y hacer turismo juntas”, cuenta la abogada Castelli, que va a la popular de Boca “cada vez que puede”. Mientras que Chabagno dice que quiere conocer el Teatro Mariinski, en San Petersburgo, y el Bolshoi, en Moscú, porque “ama bailar y es su pasión desde niña”. Castelli y Credidio tienen interés por conocer los museos que reflejen la historia de la Segunda Guerra Mundial. “Vamos a conocer los palacios, jardines y me interesan mucho las escalinatas de Samara”, cuenta Credidio, quien asume que prefiere “los paisajes antes que las ciudades” y que “no hubiera viajado a Rusia si no fuera por el Mundial”. “Nos organizamos para comprar las entradas entre todas y tenemos para ver todos los partidos de la fase de grupo”, agrega Castelli.
En celeste y blanco. Las chicas compartirán hospedajes en hostels. Acevedo también administra la cuenta de Instagram Argentinas a Rusia 2018, donde suben fotos con breves historias de las compatriotas mujeres. Sus amigas dicen que Acevedo “la tiene clara”. Por eso, esta líder de la hinchada mandó a hacer las remeras con la estampa de “comité femenino” que lucirán en las tribunas de Moscú y organizó el grupo de Whatsapp donde las fanáticas planifican encuentros entre ellas, a partir de una idea que tuvo la marplatense María Eugenia Sosa (24).
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
“Como está lleno de hombres, pensé que estaría bueno crear un grupo de mujeres para acompañarnos”, cuenta Sosa sobre la comunidad de Facebook que creó, que tiene noventa miembros mujeres y surgió “después que una chica preguntara si alguien iba sola”. “Vamos a hacer banderazos, mateadas y algunas ‘previas’”, dice la joven que volverá a repetir la experiencia de viajar sin compañía, al igual que en el último Mundial en Brasil. “En el anterior era muy chica, tenía 19 años, y muchos me decían que estaba loca”, cuenta Sosa sobre las críticas que continúa recibiendo por “ser mujer”, aunque finalmente la apoyen en su decisión que planifica hace cuatro años en la que solo tiene entradas para octavos de final.
Juliana Giménez (30) es otra argentina que volverá a viajar sola al Mundial, al igual que en Brasil 2014. Pero no está en ningún grupo. Hace dos años recorre Europa de este modo y dice que lo prefiere porque “se mueve con sus tiempos y se conoce más gente”, aunque también asume que a veces “tiene miedo”. Giménez afirma que viajar sola es “abrazar alma” y les recomienda a las mujeres que “no se dejen abrumar por los miedos”.
La periodista que cubrió más campeonatos
En este Mundial, las acreditaciones periodísticas tienen una abrumadora brecha en cuanto al género: solo hay diez mujeres sobre un total de 232 corresponsales. Sin embargo, en esta edición de la Copa del Mundo Viviana Vila será la primera relatora, para Telemundo, y Lizy Tagliani se convertirá en la primera transexual argentina en realizar una cobertura. “Siempre se prioriza la labor de los hombres, y más en un medio como este”, le dice a PERFIL Marirro Varela, la periodista mendocina de Radio Nihuil y Canal 7 que cubrirá su cuarto Mundial, convirtiéndose en la mujer argentina que más realizó esta tarea.
“Se abrieron numerosas etapas en la vida de la sociedad”, dice Varela con respecto al rol de las mujeres. “Pero cuesta”, dice luego. “Espero que siga avanzando y que la mujer tenga lugares de importancia porque su opinión vale mucho”, afirma.
“En Rusia espero encontrarme con un país impactante y con una cultura diferente”, cuenta Varela sobre “la apertura de mente” que espera tener cuando vuelva. “Y que Argentina llegue a la final, como mínimo”, agrega. “Cubrir un Mundial es la sensación más importante para un periodista”, cuenta la corresponsal con más de 25 años de trayectoria.
Argentinos, en el top 5
En Rusia se espera un aluvión de argentinos. No solo fue el tercer país que más entradas solicitó (15.006), según la Federación Internacional de Fútbol Asociado, después de Rusia y Alemania. Según un informe de la plataforma de hospedaje Airbnb, Argentina será la cuarta nación que más fanáticos envíe a Rusia con más de 177 mil hinchas. Además, Buenos Aires se ubica en el segundo lugar del top 10 de ciudades desde donde partirán los viajeros hacia la cita mundialista.
Aunque no hayan clasificado al Mundial, los estadounidenses son los que más llegarán a Rusia durante la competición. Le sigue México, Colombia y después Argentina. Brasil y Perú se encuentran en los puestos 7 y 8, respectivamente.
Además, entre las diez ciudades de donde partirán más hinchas, siete pertenecen a América. El primer puesto lo tiene Bogotá, lo siguen Buenos Aires y Ciudad de México.
