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Sudar mucho es una causa de exclusión social

El exceso de transpiración limita la integración cotidiana y perjudica emocionalmente. El rechazo lo sufren en 73 por ciento de los pacientes hiper sudorosos. ¿La solución más eficaz? Igual que para las arrugas: el Botox.

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Una causa más para explicar la exclusión social se sumó hoy a los grandes temas como la cultura, la religión, la economía, la política y las derivaciones del sistema. Según un estudio que maneja la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) a la mayoría de los pacientes que sufren sudoración excesiva les cuesta integrarse socialmente en su cotidianidad y emocionalmente se sienten perjudicados.

La conclusión se desprende del relevamiento que realizaron científicos alemanes, el cual explica que el 73 por ciento de los pacientes que transpiran inconteniblemente perciben esta sensación de rechazo.

Para ilustrar el informe, el dermatólogo Daniel Hugo Spillman, integrante de la SAD, explicó que "evitar el contacto social, no dar la mano, cambiarse de ropa más de una vez al día, son algunos de los rituales con los que deben cumplir todos los días los que padecen hiperhidrosis".

Según el estudio, el 52 por ciento de los pacientes afirmó cambiarse alguna de sus prendas de vestir por lo menos una vez al día y el 20 por ciento se ducha dos veces por día, por la cantidad de transpiración de la cual es víctima a diario.

Los menores tampoco son ajenos a estos problemas. Como explica Spillman, "la hiperhidrosis palmar y plantar suele afectar a los niños desde edades tempranas, convirtiéndose en un verdadero problema". Para los chicos, entonces, "aprender a escribir y utilizar cierto tipo de calzado, es un motivo de vergüenza que persiste en la adolescencia".

La zona más frecuentemente atacada por la hiperhidrosis es la axilar, que alcanza el 60 por ciento de los pacientes se desarrolla por la hiperactividad de las glándulas sudoríparas de esa área. Para superar la transpiración continua y evitar quedar al margen de la sociedad, la clave radica en un correcto diagnóstico médico.

Sin embargo, según fuentes médicas, los medicamentos que comprende en tratamiento no son todo eficaces. El uso de comprimidos orales disminuyen la sudoración pero no resuelven el problema, y los antitraspirantes y sales de aluminio son difíciles de tolerar.

La solución podría estar entonces en la toxina botulínica, mundialmente conocida como Botox, que es uno de los métodos más efectivos para el tratamiento de la hiperhidrosis, especialmente en la zona de las axilas.