Un hecho tan grave como insólito sucedió en el penal de San Francisco, Córdoba, cuando
un interno procesado por robo calificado escapó escondido en un
tacho de basura y continuó su huida en bicicleta mientras los guardias lo miraban
impactados.
El joven salió de entre las bolsas del camión de basura y
“trepó felinamente el alambrado perimetral de la
cárcel, escapando en una bicicleta que alguien había dejado estratégicamente ubicada del
otro lado del alambre”, informa hoy el diario
La mañana de Córdoba.
El servicio penitenciario emitió ayer un comunicado informando sobre la fuga del preso de 22
años aunque omitieron los cinematográficos detalles del hecho.
Fuentes cercanas a la investigación afirmaron que la fuga se produjo en la mañana del lunes
cuando
Leandro Gastón Stessen se escondió en uno de los tachos de
basura ubicados en el área de mantenimiento del penal de San Francisco.
“Según suponemos se tapó con las bolsas quedando totalmente
cubierto por la mugre”, dijo la fuente que cita el diario cordobés.
En su afán por huir de la cárcel Stessen
permaneció inmóvil durante más de 10 horas en el fondo del
basurero y esperó hasta las 17.20, momento en que el camión del servicio de recolección de
residuos llegaría a buscar su carga, para continuar con la fuga
A esa hora el camión ingresó al predio habilitado para el uso de servicios externos y
estacionó dentro del penal que cuenta con un doble alambrado perimetral.
Los guardias de área mantenimiento son los encargados de acercar hasta el camión los tachos
industriales donde se desecha la totalidad de la basura generada por los internos y son también los
responsables de descargarlos dentro del camión.
Stessen había estudiado muy bien estos movimientos y sabía que
no debía demorarse demasiado luego de caer dentro del vehículo
junto al resto de la basura ya que se trata de un camión compactador.
Los guardias “boquiabiertos observaron cómo, cual Ave Fénix,
el preso surgía entre la basura y en dos manotazos ganaba la cima del alambrado para
descolgarse y abordar la bicicleta que le habían dejado depositada del otro lado del tejido
perimetral”, relata
La Mañana de Córdoba y continúa: “Pedaleó tan rápido
como le permitieron sus fuerzas y se perdió antes que los guardias pudieran reaccionar.
`Se escapó uno, se escapó uno`, decían mientras corrían a dar
aviso a sus superiores”.
Cuando montaron un operativo de búsqueda ya era tarde,. El joven, que había ingresado a la
cárcel el 17 de agosto pasado y se había prometido que no estaría mucho tiempo allí, en sólo un mes
y medio planeo la fuga y la llevó a cabo.
Ahora los investigadores informaron que se abrió un sumario administrativo a los empleados
del servicio penitenciario que presenciaron la fuga con el fin de establecer ulteriores
responsabilidades y, según el Servicio Penitenciario, se dio conocimiento e intervención al
Tribunal de Conducta de Disciplina para el Personal Policial y Penitenciario.
Mientras tanto de Stessen, ni noticias.