SOCIEDAD
las pruebas y declaraciones judiciales

Una causa que investiga el desvío de dinero de los carteles de droga Los Urabeños y Los Machos

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A partir de una llamada anónima, el juez Alberto Santa Marina comenzó en agosto de 2012 una investigación que desembocó en la detención de ocho colombianos y varios allanamientos en Nordelta por narcotráfico. El anónimo señalaba a Jesús Antonio Yepez Gaviria –esposo de Claudia Arias Celis– y a los hermanos John y Anthony Grajales como responsables del “tráfico de grandes cantidades de cocaína al extranjero”.

A nombre de la colombiana figuraban varios vehículos de alta gama: un BMW 5351; un BMW X1; un Peugeot 307 CC y un Jeep Grand Cherokee Limited CRD. Existen varias sociedades entre Arias, Yepez y los hermanos Grajales que no registran ingresos: Yepez y Arias SRL, Gerentenet.com SA, Programa Pyme SRL y Supermercado Compra ya SRL. Además, en el expediente figuran escuchas que los comprometen.

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Si bien todos negaron estas acusaciones, el juez Santa Marina no creyó las explicaciones de la pareja de colombianos sobre su fortuna y los procesó por lavado de activos. Lo que se sospecha es que el grupo de colombianos se encargaba de desviar y administrar los ingresos en Argentina de al menos dos carteles de droga de Colombia, Los Urabeños y Los Machos, establecidos en el Valle de Cauca, donde casualmente la familia Grajales posee un reconocido viñedo.

Arias declaró que no ingresó dinero al país y que su capital inicial –unos 2 millones y medio de dólares– proviene de la herencia de una tía que murió en Buenos Aires en 2008. También contó que “su tía era administradora de empresas; que trabajó toda la vida en una compañía de seguros en Cali”. A la vez, dijo que “había recibido su dinero de su abuelo paterno, quien tenía casas de lotería”. Aseguró que “en un principio no sabía qué hacer con la suma heredada, y cuando salió el blanqueo del año 2009 consultó con unos abogados que le aconsejaron que por las leyes vigentes podía invertir el dinero en propiedad raíz o dar empleo, y entonces la nombrada decidió invertir en taxis”.

Su abogado, Patricio Poplavsky, apeló los procesamientos. Sostiene que las escuchas “son parciales” y que “el juez no pudo probar que su dinero proviene de un delito”.

Arias admite que Nordelta fue el lugar donde invirtieron gran parte de su capital. Allí conocieron a Walter Mosca, investigado en la causa. La mujer reconoció que Mosca construyó para ellos varias viviendas y que los Grajales son amigos desde la infancia. Dijo a PERFIL que llegaron a Nordelta por invitación de los hermanos. “Vinimos a visitar a John, y vimos un lugar tranquilo”.