Una lucha por la igualdad que se convirtió en un día comercial

Hoy es el Día de la Mujer, jornada que pocos saben qué honra; porque se convirtió, poco a poco, en un momento para salir a cenar. Ellas, homenajeadas, no saben bien a qué deben su privilegio y ellos, automatizados, compran ramos de rosas. 

Cada vez menos mujeres saben el motivo de “su día”. Nueve de cada diez consultadas por PERFIL sobre el origen del Día Internacional de la Mujer no pudo contestar. Como famoso botón de muestra está Karina Rabolini: "Está bien que nos hayamos declarado un día para que se nos honre. Si los hombres quieren uno, que se lo hagan también, nadie les prohibe establecerlo, ¿no?”.

China Zorrilla reflexionó: “Falta el Día del Cepillo, el Día de la Suegra, el Día que Uno se Pierde... y empieza a creer en todas estas cosas. Sería mucho mejor que a nadie se le hubiera ocurrido nunca instaurar el Día de la Mujer, porque nosotras tenemos que ser respetadas por quienes nos rodean por nuestros méritos, no porque eso sea una ley o alguien lo haya impuesto”.

Hay en Argentina muchas mujeres que saben de luchas y una de ellas es Gabriela Arias Uriburu. “Desde mi lugar como mujer, con mis años de lucha como madre y con la responsabilidad que siento frente a mis hijos y a la sociedad, estas fechas me traen al verdadero sentido de ser mujer, que obviamente no es lo que se dice comercialmente los 8 de marzo”. 

La célebre Luisa Valenzuela, tampoco se siente muy cómoda con cómo se toma al 8 de marzo. “El Día de la Madre en Bolivia, por ejemplo, conmemora la fecha en que las mujeres defendieron Cochabamba de los españoles porque los hombres no estaban. Lo importante es que al celebrar se recuerde el motivo. Todos los días son del hombre o de la mujer. Si se pierde el sentido de que es el Día de la Mujer trabajadora, que todo eso tiene que ver con la lucha por la igualdad de los derechos laborales, es una tontería y pasa a ser como el Día de la Secretaria”. Más información en la Edición Impresa.