SOCIEDAD

Una vieja costumbre que se reinventa: cine al aire libre y con el río de testigo

Hace casi 100 años,Quilmes fue escenario de esta actividad que en la actualidad se intenta reflotar.

Imágenes de archivo de la primera proyección de cine sonoro al aire libre de la Argentina, en la ribera de Quilmes. Arriba: la instalación de la pantalla. Abajo:el momento de la película.
| Gentileza: José María Saravia / Juan Manuel Saravia

Con la idea de crear un sitio turístico y recreativo en Quilmes, en 1911 comenzó la construcción del primer balneario de la República Argentina. Para 1917 sobre la rambla se inauguró el primer cine sonoro al aire libre de la Argentina, algo similar a lo que ocurría en el clásico italiano, Cinema Paradiso, en las instalaciones que más adelante corresponderían al Club Pejerrey. Casi un centenario después de aquella primera transmisión, una iniciativa intenta recuperar esta actividad.

"La vida no es como en las películas, la vida es más difícil", le explicaba el entrañable Alfredo al pequeño Salvatore, así y todo, su vida pasaba por la proyección de los films en una pequeña localidad italiana. Y no sólo eso, sino que además tenía la simpleza de compartirlas con aquellos que quedaban fuera del recinto. El séptimo arte no era entonces para un grupo selecto, sino para todos. Algo similar es la iniciativa que tomó un grupo de amigos, quienes a pulmón hicieron lo posible por disfrutar de una noche al aire libre con los más chicos en compañía de un film.

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Contra viento y camalote. El sábado 16 de enero, un grupo de socios del Club Naútico Quilmes se dispuso a proyectar una película al aire libre. Con una convocatoria realizada por redes sociales, el evento corrió el riesgo de suspenderse por la llegada de las plantas acuáticas a la ribera del lugar. Por determinación de las autoridades no se aconsejaba que la gente ingrese al lugar, pero finalmente se hizo. Película, show de malabares y comida culminaron con una jornada que reunió a más de 200 personas.

(*) De la redacción de Perfil.com