A diferencia de otras prácticas, como pueden ser las mecheras, no se trata de una maniobra encubierta y sutil. Todo lo contrario. en esta táctica de asalto en parejas, luego de que una mujer marca a la víctima, el ladrón corre y se tira de cabeza por la ventanilla del vagón. Rápidamente, manotean lo que tienen a mano.
Los pasajeros suben y se acomodan, Mientras ocurre todo eso, una mujer se queda merodeando en el andén y "marca" a la víctima para que su cómplice entre en acción. Para burlar a las cámaras y a la policía muchas veces estos delincuentes llevan varias mudas de ropa para cambiarse después de cometer cada robo, lo que se conoce en la jerga policial como "modalidad cebolla".
