SOCIEDAD
atentado contra una fiscalia

Villa Gesell: detienen a un joven y lo acusan de ser el francotirador

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nadia galan
Un joven de 32 años fue detenido ayer acusado de ser el francotirador que disparó con un rifle de aire comprimido contra la sede de la fiscalía de Villa Gesell e hirió a un policía que custodiaba el lugar. El supuesto “tirador” vive a 50 metros del lugar del ataque.
La detención se concretó minutos antes de las 15 tras un allanamiento en un departamento ubicado en Paseo 110 y Boulevard Gesell, y el hombre fue identificado como Emiliano Moya (32). El supuesto “tirador” quedó alojado en la Comisaría 2ª de Villa Gesell y hoy será indagado por el fiscal de General Madariaga, Walter Mercuri.
Efectivos policiales llegaron a la casa del acusado tras los resultados de las pericias balísticas que determinaron los lugares de donde habría podido provenir el proyectil. Moya no se resistió y salió de su casa esposado y escoltado por policías de  la Dirección Departamental de Investigaciones de General Madariaga.
“El miércoles pasado se realizaron tres allanamientos en distintas propiedades que se desprendieron del análisis de la policía científica y se recabaron datos de importancia para la causa. Hoy (por ayer) se regresó a uno de esos domicilios y se detuvo al autor material de los disparos”, explicó a PERFIL el secretario de Seguridad de la localidad balnearia, Nicolás Valdez. “Además se secuestraron estupefacientes y sellos de uso público de funcionarios policiales”, detalló. El acusado trabaja como mecánico de karting y comerciante de repuestos para autos. Además de participar en carreras de motos y autos.
Caso. El hecho que se le imputa al detenido ocurrió el martes último, cuando la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 Villa Gesell, Verónica Zamboni, y su secretario escucharon un golpe en el vidrio de una de las ventanas de la fiscalía.
Un efectivo que estaba de custodia en el lugar salió a la vereda para divisar al atacante, pero no vio a nadie. Cuando se dio vuelta para ingresar a la oficina, sintió un dolor en la espalda: había recibido una perdigonada. Entonces, se dirigió al baño, se levantó la camisa y descubrió que tenía sangre y un pequeño orificio en la piel producto de un proyectil calibre 5,5, comúnmente utilizado en los rifles de aire comprimido.