Villa Gesell | Intensa búsqueda de una adolescente

El jueves 3 de septiembre hizo calor en Villa Gesell y muchos habitantes aprovecharon el inesperado veranito para acercarse a la playa. Entre ellos, Melanie, su mamá y alguno de sus hermanos. A eso de las 16, todos emprendieron la vuelta y la chica se despidió de ellos a la altura del Polideportivo Municipal, a medio camino entre la costa y la casa familiar. Según les dijo ella misma, había quedado encontrarse con una compañera del colegio. Nadie sabe si eso ocurrió: desde ese momento, la joven se encuentra desaparecida. Su paradero es un absoluto misterio.

Melanie González tiene 17 años, cinco hermanos y estudia en la escuela 6 de La Carmencita. Según Gladys, su madre, hace dos meses que vivía en una casa asignada por el Servicio Social local porque había tenido algunas discusiones con ella. Sin embargo, la relación parecía encaminarse. Por eso habían ido a la playa juntas: se venían viendo algunos días de la semana. Incluso Melanie había dejado su mochila en la casa de sus padres el día anterior. Nadie imaginaba que podría escaparse, a pesar de algunos antecedentes. 

“Otras veces ya se había ido, aunque la encontramos al poco tiempo con la policía. Estaba en lo del noviecito. Pero esta vez, no”, asegura Gladys, desorientada: “Nosotros nos despedimos de ella en el ‘Poli’ y, sin embargo, nadie la vio ahí. Es muy raro todo”. En ese entonces, la chica vestía campera negra con capucha, calza gris y zapatillas color crema. La madre hizo la denuncia al día siguiente. Es decir, el viernes 4 de septiembre. No hubo novedades desde ese entonces. 

Según relata Gladys, la mujer que aloja a su hija había hecho una denuncia similar la misma mañana del 3 de septiembre, ya que Melanie se había ausentado de la casa. Sin embargo, como se supo, la chica estaba con su familia. Las dudas se amplificaron entrada la tarde, cuando dejó de ser vista por todo su entorno. Los días avanzan sin noticias y la preocupación crece entre quienes la buscan desesperadamente.

“Me dice la Policía que tienen una carta que ella dejó en lo del novio, aunque no me dejan ver el contenido”, dice Gladys, quien hizo la denuncia por su desaparición el viernes 4, un día después de la última vez que la vio. “Escuché que la vieron al fondo de la ciudad, en una zona de médanos y hasta en una chanchería. Mi cabeza es un quilombo. Sólo quiero verla viva y sana”, grafica su madre. 

A casi dos semanas de su desaparición, la familia de Melanie González se moviliza por la ciudad difundiendo la foto de la chica. Ellos viven en el barrio de Monte Rincón, a sólo dos cuadras de donde fue vista por última vez Agostina Sorich, la nena que desapareció en octubre de 2010 sin que absolutamente nadie pudiera saber nada más acerca de ella. La sola relación con aquel episodio produce escalofríos: el caso Agostina trae malos recuerdos en Villa Gesell, ciudad que padeció el transcurso de una causa llena de defecciones e irregularidades. Y que nadie quiere volver a repetir.