El chat, primero escrito y luego por video, abrió las puertas al cibersexo. Hoy, nuevos videojuegos
ponen al tema aún más hot.
Second life (www.secondlife.com) es un juego on line que
tiene casi 300.000 usuarios, donde cada uno paga 10 dólares por mes para poder crear su
personalidad virtual (avatar). Aquí no hay reglas y el deporte preferido es el sexo. Como los
jugadores pueden programar sus propios avatares, aparecieron atractivos sexuales y muchos
“chiches”. Hay comercios que los venden y casi un tercio de la economía del juego tiene
que ver con estos juguetes.
La mayoría se divierte, pero no faltan los que se toman el tema demasiado a pecho. El mes
pasado, en San Francisco, tuvo lugar la
Primera
Conferencia Internacional de Sexo en Videojuegos. ¿Uno de
los temas? Cómo tratar las violaciones virtuales.
Otra opción para calentar el monitor es el flamante
Naughty America, algo así como
The Sims, pero XXX.