TECNOLOGíA

Los empleados de Google protestan contra el "buscador censurado" para China

A través de una carta que circula por la red interna de la compañía, los trabajadores exigieron más transparencia para comprender las consecuencias éticas de su trabajo.

Sundar Pichai, CEO de Google.
Sundar Pichai, CEO de Google. | Bloomberg

Trabajadores de la empresa Google firmaron una carta para manifestar su desacuerdo con la decisión de la compañía de crear en secreto una versión censurada de su motor de búsqueda para China, en la que exigieron más transparencia para comprender las consecuencias éticas de su trabajo.

En la carta, que fue publicada por The New York Times, los empleados sostienen que el proyecto y la aparente voluntad de Google de cumplir con los requisitos de censura de China "plantean cuestiones morales y éticas urgentes". "Actualmente no tenemos la información requerida para tomar decisiones éticamente informadas sobre nuestro trabajo, nuestros proyectos y nuestro empleo", aseguran.

La carta circula en los sistemas de comunicación interna de Google y está firmada por unos 1.400 empleados, según tres personas familiarizadas con el documento, que no estaban autorizadas a hablar en público.

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El interés de Google por llevar la búsqueda a China se destacó a principios de este mes, cuando surgieron informes de que la compañía estaba trabajando en una aplicación de búsqueda que restringe el contenido prohibido por Beijing. El proyecto, conocido internamente como Dragonfly, se desarrolló en gran parte en secreto, lo que provocó indignación entre los empleados que temían haber estado trabajando inconscientemente en tecnología que ayudaría a China a ocultar información a sus ciudadanos.

Google quiere volver a China con un "buscador censurado"

La disidencia interna sobre Dragonfly viene de la mano de las protestas de los empleados sobre la participación de Google en el proyecto del Pentágono para usar inteligencia artificial. Después de que Google dijera que no renovaría su contrato con el Pentágono, reveló una serie de principios éticos que rigen su uso de A.I.

En esos principios, Google se comprometió públicamente a usar A.I. solo en formas "socialmente beneficiosas" que no causarían daño y prometieron desarrollar sus capacidades de acuerdo con la ley de derechos humanos. Algunos empleados han expresado su preocupación de que ayudar a China a suprimir el libre flujo de información violaría estos nuevos principios.

En 2010, Google dijo que había descubierto que piratas informáticos chinos habían atacado la infraestructura corporativa de la empresa en un intento de acceder a las cuentas de Gmail de activistas de derechos humanos. El ataque, combinado con la censura del gobierno, impulsó a Google a sacar su motor de búsqueda del país.

Desde el Comité para la Protección de Periodistas de Estados Unidos (CPJ por sus siglas en inglés) también expresaron preocupación. "El régimen de censura de China se extiende mucho más allá de los medios de comunicación. El gobierno censura las redes sociales e instala spyware en los teléfonos de los ciudadanos; incluso ha prohibido el contenido que observa un parecido físico entre el presidente Xi y Winnie the Pooh. Pero si Google volviera a ingresar a China, tendría un impacto directo en la libertad de prensa", dijo al CPJ Xiao Qiang, un activista chino de derechos humanos que fundó el portal en línea China Digital Times.

Desde la organización aseguran que la compañía no solo ayudaría directamente al gobierno chino a censurar las noticias en el país al filtrar los resultados de búsqueda para eliminar sitios web que el gobierno considera inapropiados, sino que también estaría dando a entender a otras compañías que negociar libertad de prensa por acceso a un mercado lucrativo es aceptable.