Mujeres que mueven la economía: el acceso al capital, una deuda pendiente
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el 60% de las emprendedoras enfrenta restricciones financieras, frente al 17% de sus pares varones. La falta de historial crediticio y garantías son una traba para que las mujeres emprendedoras accedan al crédito, una situación que es aún más grave en el caso de las que viven en zonas rurales o alejadas de las grandes ciudades.
Aunque las mujeres están al frente de una porción creciente del tejido productivo regional, siguen enfrentando serias trabas para acceder al financiamiento. Se trata de una brecha estructural que limita su potencial económico y social.
Las mujeres latinoamericanas están transformando la economía desde sus raíces: lideran emprendimientos, generan empleo y promueven el desarrollo sostenible. Sin embargo, ese impulso se enfrenta a un obstáculo persistente: la falta de acceso a financiamiento, una barrera que frena el crecimiento de sus empresas y limita su verdadero alcance.
La situación es crítica. En América Latina y el Caribe, el 73% de las MiPyMEs no logró acceder al capital necesario para expandirse. La falta de financiamiento es, de hecho, una de las principales causas por las que muchas empresas lideradas por mujeres no logran sostenerse en el tiempo.
Argentina no escapa a esta realidad. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) muestra que solo el 20,5% de las empresas encabezadas por mujeres obtiene créditos bancarios para invertir, frente al 42,9% de las lideradas por hombres. Además, el 60% de las emprendedoras enfrenta restricciones financieras, frente al 17% de sus pares varones.
Entre los principales obstáculos se encuentra la persistente discriminación de género: muchos proyectos liderados por mujeres son percibidos como más riesgosos. A esto se suma la falta de historial crediticio o garantías, ya que muchas emprenden en la informalidad, sin acceso a instrumentos financieros tradicionales.
Estas dificultades se agravan en zonas rurales o remotas, donde la brecha digital y las desigualdades de género limitan aún más las oportunidades. También inciden la escasa oferta de productos financieros con perspectiva de género, la sobrecarga de tareas domésticas no remuneradas y la falta de educación financiera.
Según el Banco Mundial, la brecha global de financiamiento para microempresas y pymes lideradas por mujeres asciende a 1,7 billones de dólares. Sin embargo, ellas representan el 22% de las microempresas y el 32% de las pequeñas y medianas empresas, lo que evidencia un enorme potencial desaprovechado.
Esa desigualdad encierra una paradoja: pese a las dificultades, los negocios liderados por mujeres generan el doble de ingresos por cada dólar invertido y registran una tasa de morosidad 53% menor que los liderados por hombres. La brecha de acceso al financiamiento no solo es injusta: es ineficiente desde el punto de vista económico.
En Pro Mujer, trabajamos para revertir esta realidad, facilitando el acceso de las mujeres a servicios financieros, salud y capacitación en toda América Latina. Nuestra experiencia confirma que apoyar a las emprendedoras no sólo impulsa el desarrollo económico, sino que transforma comunidades enteras.
Para desarrollar todo su potencial en los distintos sectores productivos, es urgente que el capital y las inversiones incorporen una mirada con perspectiva de género. Dirigir recursos hacia proyectos liderados por mujeres no solo contribuye a cerrar brechas históricas: es una estrategia con alto potencial de retorno.
Asistir al 73% de las empresas lideradas por mujeres en la región que hoy no acceden a capital representa una oportunidad de 93.000 millones de dólares, según estimaciones del Banco Mundial.
Aunque se han logrado avances, el verdadero reto es escalar estas soluciones y consolidarlas como parte estructural de las decisiones de inversión. En un contexto global que demanda nuevas formas de crecimiento, financiar a las mujeres es una de las estrategias más inteligentes para construir economías más inclusivas, resilientes y sostenibles.
Estos y otros temas serán parte de la agenda del Foro GLI Latam 2025, que se llevará a cabo en la Ciudad de México del 10 al 12 de junio. El evento reunirá a líderes del mundo inversor, emprendedor, académico y corporativo, así como a referentes de organizaciones de la sociedad civil e instituciones multilaterales, para crear sinergias y abrir conversaciones clave sobre la inversión con enfoque de género.
A cinco años del 2030 solo hemos alcanzado el 17% de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es urgente tomar medidas para encaminarnos hacia el futuro que deseamos: el evento busca promover la inversión con perspectiva de género como una herramienta efectiva para acelerar la igualdad y potenciar el desarrollo económico en la región.