Información y Estado

Rodríguez Saráchaga:"Argentina vive pendiente de las noticias porque su destino depende del Estado"

El analista José María Rodríguez Saráchaga explicó porqué la sociedad argentina tiene una necesidad voraz de información y qué relación guara esto con la dependencia estructural del Estado.

Congreso de la Nación (Noticias Argentinas)

José María Rodríguez Saráchaga, analista de discursos políticos, analizó en Canal E el vínculo entre la hiperconectividad informativa de los argentinos, la cultura del mérito y el rol central del Estado en la vida cotidiana.

Dependencia estatal e híperinformación: una sociedad pendiente del poder

Según Rodríguez Saráchaga, el apetito informativo en Argentina está directamente relacionado con la estructura económica y social del país. “La Argentina tiene un apego y una necesidad de información voraz, de todo: política, economía, finanzas, pero constante”, afirmó. 

A diferencia de países desarrollados donde los ciudadanos muchas veces desconocen quiénes son sus ministros, en Argentina la figura del Ministro de Economía es omnipresente. “En Suiza le preguntás quién es el presidente y dudan. En Estados Unidos nadie sabe quién es el secretario del Tesoro”, comparó.

Esa obsesión, explica, no surge del interés cívico, sino de una necesidad existencial: “El Estado emite 10 millones de cheques. Lo repito: 10 millones de cheques”, remarcó, señalando que millones de familias dependen directamente de esos ingresos para subsistir.

La gente vive pendiente de quién es el ministro de Economía porque de eso le depende la vida”, sentenció.

Mediocridad, mérito y aspiraciones colectivas

Rodríguez Saráchaga también abordó la falta de ambición colectiva en algunos sectores políticos. “Si vos no aspirás a ser potencia, nunca vas a mejorar”, afirmó con contundencia. Para él, la mentalidad aspiracional es clave, tanto en lo individual como en lo social.

Si pensás que te va a ir mal, te va a ir mal. Si pensás que te va a ir bien, tenés más chances de que te vaya bien”, subrayó.

En ese sentido, comparó el esfuerzo de figuras como Cristiano Ronaldo y Lionel Messi para destacar que el éxito no es casualidad sino resultado del trabajo. “Cristiano Ronaldo es Cristiano Ronaldo porque aspiró a ser el número uno y se mata entrenando”, dijo. Y extendió esa lógica al país: “Es imposible pretender que a un país le vaya bien si nos levantamos al mediodía”.

Además, criticó duramente la romantización del fracaso y la victimización social. “No importa de dónde salís, importa lo que hacés. No importa lo que tenés, importa lo que hacés con lo que tenés”, reflexionó, al recordar su infancia humilde en Lugano y cómo logró salir adelante sin delinquir.

Por eso, enfatizó la necesidad de un sistema que premie el mérito: “Vos lo que tenés que hacer es que el esfuerzo individual tenga recompensa. Con incentivos al mérito y castigos a la vagancia”, concluyó.